JESUS EL CRISTO

JESUS EL CRISTO
Gnosis por Samael Aun Weor

domingo, 27 de febrero de 2011

LA DIVINA MADRE Y SUS CINCO ASPECTOS

LA DIVINA MADRE Y SUS CINCO ASPECTOS

La Divina Madre y sus cinco Aspectos

EL ETERNO FEMENINO resplandece no sólo en ESO que no tiene nombre, no sólo en el Espíritu Universal de la Vida, no sólo en la estrellas que se atraen y se repelen (de acuerdo a la Ley de las Polaridades), sino que también resplandece dentro del átomo: Dentro de los iones, dentro de los electrones, dentro de los protones, en las partículas más infinitesimales de todo eso que vibra y palpita en la Creación. Samael Aun Weor.

La Madre Divina Kundalini dentro de nosotros tiene cinco aspectos, alegorizados por la vaca blanca de cinco patas.

Helena Petronila Blavatsky conoció en la India una vaca blanca de cinco patas, con la quinta de éstas espantaba las moscas y se rascaba, no hay duda de que la quinta pata estaba en la jiba.

Dice H. P. Blavatsky que esta preciosa criatura de la naturaleza era conducida por un joven de la secta Sâdhu quien se alimentaba exclusivamente con la leche de esa vaca.

La Divina Madre tiene cinco aspectos fundamentales que son los siguientes:
•             La Inmanifestada
•             La manifestada (Isis inefable, Diana, María, Rea, …)
•             La Hékate griega, Proserpina egipcia, Coatlicue  Azteca. La Madre terror de amor y Ley
•             La Madre Natura Particular. Aquella que creó nuestro cuerpo físico.
•             La Maga Elemental instintiva ( la que originó nuestros instintos)

Primer aspecto de la divina madre.

De entre estos cinco aspectos, la INMANIFESTADA es el más oculto y terrible de todos. 

Ella es Kundalini Inmanifestada, es Isis a la que ningún mortal ha levantado el velo.

Es la Prakriti de los indostanes, la sustancia primordial de la naturaleza, ella es la Madre Espacio, es la Madre Cósmica, es el Eterno Principio Femenino Inmanifestado.

2º. Aspecto.

Luego viene este segundo aspecto, el de la Madre Manifestada: 

Isis, Adonia, Insoberta, Rea, Cibeles, diana, María…no importa el nombre que le demos, ella está más cerca de nosotros. 

Es Sabiduría, amor y poder. 

Sin el auxilio de nuestra Divina Madre Kundalini nos encontraríamos interiormente huérfanos.

Por medio de ella se ha manifestado el prana, la electricidad, el magnetismo, la cohesión y  la gravitación en este universo. 

La sabiduría antigua enseña que Tonantzin (Devi-Kundalini) es nuestra Divina Madre Cósmica Particular, pues cada quien tiene la suya y puede adoptar cualquier forma porque ella origina todas las formas.

La Madre Manifestada puede reducir a polvareda cósmica cualquier elemento psíquico indeseable a condición de haberlo comprendido previamente. Todos los pueblos antiguos la adoraron.

3er. Aspecto. Es la Bendita Diosa Madre Muerte.

Castiga a los iniciados cuando lo merecen, es la que nos elimina el ego en los mundos infiernos, para que la Esencia se libere, es la Reina de los Infiernos, ella es Coatlicue, Proserpina y también es Hékate, bajo su dirección trabajan los ángeles de la muerte.

La Madre Espacio convertida en Madre-Muerte ama entrañablemente a sus hijos y por eso se los lleva.

4º. Aspecto. La Madre Natura.

Es la Madre Naturaleza; a ella podemos invocarla con pureza de corazón y   suplicarle ponga nuestro cuerpo físico en estado Jinas y nos transporte a la cuarta dimensión, donde se encuentran los bosques más profundos del Edén, donde los ríos de agua pura de vida, manan leche y miel.

Nuestra Divina Madre N
atura Particular es la autora de nuestros días, la verdadera artífice de nuestro cuerpo físico… fue ella la que en el laboratorio humano juntó el óvulo con el zoospermo para que surgiera la vida. Ella la creadora de la célula germinal con sus 48 cromosomas.



Sin ella no se hubieran multiplicado las células del embrión, ni formado los órganos. Aunque doblegue tu alma el sufrimiento, mantente firme y entrégate humildemente a tu madre natura.

5º. Aspecto. La maga elemental.

La Divina Madre, como señora que nos da los impulsos instintivos, como Reina de los Elementos, como maga elemental, es maravillosa. La naturaleza tiene 7 elementos poblados de elementales. Existen los elementales del reino mineral, vegetal y animal. En todo elemental existe una chispa divina, el ÍNTIMO.  El 5º. Aspecto de Devi-Kundalini nos da la potencia sexual, la fuerza natural instintiva, (Instinto sexual, de conservación, maternal, paternal, etc.)

Samael Aun Weor. 

La mujer, el Eterno Femenino, envuelve con sus miradas de luz al planeta entero. 

Ella, la inefable, ella, representando siempre el Principio Maternal, ayuda al varón y le conduce sabiamente hasta su propia Autorrealización. 

Samael Aun Weor

LA DIVINA DIOSA MADRE DEL MUNDO - EL ETERNO FEMENINO - LA VIRGEN MARIA

LA DIVINA DIOSA MADRE DEL MUNDO - EL ETERNO FEMENINO -
LA VIRGEN MARIA



LA VIRGEN MARIA
LA DIVINA DIOSA MADRE DEL MUNDO – EL ETERNO FEMENINO -


¿Por qué las civilizaciones antiguas adoraban a Dios-Madre?

En las civilizaciones antiguas se adoraba profundamente a Dios-Madre y nunca faltó un icono o símbolo referente al elemento Madre.

En el antiguo Egipto ella es ISIS; en la civilización azteca es TONANTZIN; ya por los alquimistas medievales, ella es STELLA MARIS, la reina del mar.

Los hindúes la llamaban DEVI KUNDALINI SHAKTY; en la civilización griega es CIBELES, REA, ADONIA, INSOBERTA.... y en el cristianismo, ella estaba representada por MARÍA.

Por lo tanto, María o Nuestra Señora es la representación de Dios como madre, por eso Ella es virgen.

Ella es siempre la Madona que trae en sus brazos el Cristo niño.

En la creación de Dios se ve nítidamente la presencia de la madre en todo y es por eso que existe en la naturaleza la gracia y el amor de madre tan indispensable, lo mismo para los animales y las hormigas.

Ella es la gestadora, Ella es la gran concepción, Ella es el alimento, la casa, el hogar, la naturaleza y el mundo.

Ella es el amor materno siempre presente en toda mujer....

La madre humana no es nada más que la imagen y semejanza de la madre universal, de la madre de Dios.

Si Dios es Padre, es Madre también, porque son dos partes de El mismo.

Es bueno también recordar, que durante la crucifixión de Cristo, estaban presentes delante de la cruz, María y el apóstol Juan, donde el Cristo crucificado dijo a María:

“MUJER, HE AQUÍ A TU HIJO”.

Enseguida dirigiéndose al apóstol Juan, dijo: “JUAN, HE AQUÍ A TU MADRE”.

El Hijo del Hombre, muy sabio, comprendía profundamente que María, siendo mujer y madre, estaba vestida como manifestación de la Madre Cósmica Espiritual e individual.

El Hijo del Hombre trajo la doctrina del “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, pero no quiere decir que niegue el principio madre en todas las cosas y en todas las órdenes.

El elemento Madre estuvo presente en la cultura Hindú, en la cultura Maya, en las cultura Egipcia, etc., etc..

Dios en su aspecto maternal es Nuestra Señora que todo buen cristiano ama y venera profundamente.

Las letanías egipcias, hindú y cristiana coinciden maravillosa y sorprendentemente...

Ella es nuestra reina de todas las horas y de todos los dias...

¡Bendito sea Dios, bendito sea el Padre y la Madre!.

Todos debemos amar profundamente a Dios-Madre, todos nosotros debemos venerarla en lo más íntimo así como se venera al Padre y al Cristo, pues es Ella quién todo lo gesta y es Ella quién todo destruye, según la voluntad de Dios-Padre.

“... Él se desdobla en Ella y manda, dirige, destruye.

Ella elimina los elementos indeseables que llevamos en nuestro interior, sobre la condición de un trabajo continuo sobre nosotros mismos...

Si Nuestra Señora tiene una connotación tan especial en el cristianismo primitivo es porque en ella está representado Dios-Madre, sin la cual no es posible la manifestación de Trinidad o Verbo en el hombre.

Cada criatura humana tiene su Madre Divina particular e individual; Ella en sí misma es una parte de nuestro propio Ser.

Dios-Madre en nuestra intimidad es el aspecto femenino de nuestro PADRE que está en secreto.

Sepa, querido lector, que en el Astral puede encontrar a su Divina Madre Kundalini individual y recibir enseñanzas orales, además de sentir su profundo amor.

Samael Aun Weor.

LA SANTIDAD

LA SANTIDAD

LA SANTIDAD

Como quiera que el "yo" es múltiple, cualquier verdadero Iluminado que se proponga observar a un niño recién nacido, podrá ver lo siguiente: el niño en su cuna, despierto; una mínima fracción de la Esencia, que es la que se expresa, está completamente auto-consciente, despierta; más también se ve, alrededor de la cuna, criaturas que intentan manifestarse, distintos "Egos", distintos "yoes", algunos con formas hermosas, otros con horripilantes formas, que van y vienen entran y salen, dentro de aquella recámara donde el niño duerme, que dan vueltas a su cuna, etc.

Son los "yoes", que aguardan expresarse. Dentro de esos "yoes" está repartido el resto de la Esencia, es decir, el 97 % de la Esencia que está embutida, dijéramos, entre cada uno de esos "yoes" -entre un "yo" embutida determinada cantidad de Esencia, entre otro "yo", otra cantidad, etc.-

Y esos múltiples "yoes" dan vuelta alrededor de la cuna, quisieran expresarse, manifestarse, meterse dentro del cuerpecillo del niño, pero no pueden.

Más sucede que a medida que pasa el tiempo, la nueva Personalidad del infante se va formando, se forma con el ejemplo de los mayores, con la escuela, etc.

De manera que conforme la Personalidad nueva se va formando, los "yoes" van teniendo también oportunidad para irse expresando, después de que la fontanela frontal de los recién nacidos se cierra.

Ustedes han observado perfectamente que los niños, que el parietal superior de los niños está ligeramente abierto; es algo que llaman "la mollerita"; nosotros decimos, técnicamente: la fontanela frontal de los recién nacidos.

Mientras está abierta, todo marcha bien, pero a medida que esa fontanela frontal se va cerrando, la Personalidad se va también desarrollando y la capacidad para que los "yoes" comiencen a intervenir, se hace cada vez mayor; entonces comienzan a verse a los niños ciertas manifestaciones de ira -especialmente por ahí por las edades de tres y cuatro años-, comienzan a volverse irascibles y poquito a poquito los "yoes" van teniendo oportunidad de expresarse, hasta que definitivamente terminan por manifestarse todos.

Resulta interesante observar a los niños recién nacidos.

¡Qué bueno, digo yo, que la Esencia no estuviera enfrascada, metida entre todos los "yoes".

Qué bueno sería que creciera el niño sin que ningún "yo" se metiera centro de él, que la totalidad de su Esencia estuviera en él durante toda su vida; entonces todos los cinco cilindros de la máquina: intelecto, emoción, movimiento, instinto y sexo, estarían bajo el control de la Esencia y marcharía en armonía con el infinito!

Desgraciadamente, el 97% de la esencia está embotellada entre los diversos elementos que constituyen el Ego, el "yo".

Necesitamos desarrollar la Esencia, desembotellarla, desenfrascarla; cuando lo logremos, múltiples poderes divinales, naturales, se expresarán en nosotros con toda su belleza y con todo su poder.

No necesitamos, pues, afanarnos por conseguir poderes, lo que debemos afanarnos es por morir en sí mismos, aquí y ahora porque "sólo con la muerte adviene lo nuevo".

Observen ustedes la vida de los grandes místicos cristianos: no se preocuparon por conseguir poderes, solamente se preocuparon por la santidad, por ir eliminando cada uno sus defectos psicológicos, por ir muriendo en sí mismos, y a medida que lo iban logrando, múltiples facultades supra-normales se iban expresando en ellos.

A estos se les conoció siempre como "santos" y de ellos hay muchos y de los más diversos orígenes, ya de oriente o de occidente.

Es pues la santidad lo más importante, mis queridos hermanos.

SAMAEL AUN WEOR


EL CRISTO INTIMO

EL CRISTO INTIMO

EL CRISTO INTIMO

Me alegra verlos a todos ustedes reunidos, me alegra verlos en este ágape.

Sentimos nosotros, en verdad, que nuestro corazón se inflama de amor, al contemplar cada uno de estos rostros hermanos.

Solo anhelo -en nombre de la Gran Verdad Cósmica- que ella les ilumine, que brille, en cada uno de los aquí presentes, la luz.

Deseo, sinceramente, que cada cual marche por el camino de la Auto-Realización Intima, hasta el triunfo total.

Deseo, sinceramente, que la Estrella Interior -que a cada cual guía- los conduzca finalmente hasta la Bienaventuranza.

Deseo, sinceramente, que este pueblo gnóstico a base de sacrificios, de esfuerzos conscientes y padecimientos voluntarios, llegue por último a la liberación real.

Que todos los aquí presentes no olviden el trabajo esotérico, que en verdad se dediquen -sinceramente- a trabajar sobre sí mismos, aquí y ahora.

Aquel que escucha la palabra y no la hace dentro de sí mismo, se parece en verdad al hombre que se mira ante un espejo y luego da la espalda y se retira.

No basta, hermanos, escuchar la palabra; es necesario hacer la palabra.

Conforme nosotros luchemos más y más, recibiremos auxilio interior.

Quiero que sepáis que el Cristo Íntimo viene a nosotros cuando realmente trabajamos incansablemente, noche y día.

Quiero que sepáis que Jesús, el Gran Kabir, le dio al mundo, trajo a nosotros -hace 2.000 años- la Doctrina del Cristo Íntimo.

Si por algo es grandiosa la venida de Jesús, el Gran Kabir, es porque nos trajo en verdad, la Doctrina del Cristo Interior.

Cuando Pablo de Tarso habla sobre El Cristo, no se refiere exclusivamente al Jesús histórico: se refiere al Jesús Íntimo.

Muchos aguardan la venida del Gran Maestro, pero en verdad os digo, mis queridos hermanos, que Él viene desde adentro, desde el fondo mismo de nuestras Almas.

Conforme nosotros perseveremos en el trabajo, conforme luchemos por eliminar los elementos inhumanos que llevamos en nuestro interior, nos acercaremos cada vez más y más al Cristo Íntimo.

Un día, Él vendrá a nosotros para salvarnos; un día Él se hará cargo de todos nuestros procesos mentales, emotivos, sentimentales, sexuales, etc.; un día, Él se incorporará en nosotros, se convertirá en un hombre de carne y hueso -en cada uno de nos- para podernos transformar, embellecer y dignificar.

Ha llegado la hora de amar al Señor de los martirios, a aquel que en verdad está dispuesto a sacrificarse en nosotros y por nosotros y dentro de nosotros, aquí y ahora.

El Cristo Íntimo es nuestro Salvador.

Así lo declaro formalmente, aquí ante ustedes, en este ágape.

El Cristo Intimo es algo sublime: nos ama y nosotros debemos amarle.

Él se ofrece como Cordero Inmolado para redimirnos, sufre dentro de nosotros y quiere transformarnos radicalmente.

¿Quién no amaría -por ejemplo- a un buen amigo, que estando nosotros presos, viniese a visitarnos y hasta consiguiese nuestra libertad? ¿Quién no amaría a un gran amigo, que estando nosotros enfermos y abandonados, nos trajese medicinas y al fin lograra curarnos? ¿Quién no amaría a un amigo, que estando nosotros en miseria, nos diera la mano y nos alimentara? ¿Quién no amaría a su madre, que desde niños veló por nosotros, que nos alimentó con sus pechos, que hizo por nosotros todo lo que hubo y que sufrió por nosotros, hasta levantarnos al estado actual en que nos encontramos?.

Pues bien, mis queridos hermanos, El Cristo Íntimo hace más que todo eso:

Él viene a nosotros cuando nosotros trabajamos sinceramente en la Gran Obra del Padre, cuando nosotros luchamos -en verdad- por eliminar nuestros defectos psicológicos, cuando nosotros bregamos por eliminar todos esos "Yoes" que en su conjunto constituyen el "mí mismo", el "sí mismo...".

Él viene a nosotros cuando de verdad estamos trabajando por nuestra propia liberación.

Él sufre, desde el fondo mismo de nuestra Alma; Él viene, para hacerse cargo de nuestras emociones, de nuestros pensamientos, de nuestros deseos.

Él viene para combatir, en sí mismo, los "elementos inhumanos" que nosotros llevamos en nuestro interior; Él se convierte en una persona de carne y hueso, aunque las personas no le conozcan; Él vuelve a vivir el Drama Cósmico, aquí y ahora y dentro de nosotros mismos, de instante en instante, de momento en momento.

Él vuelve a ser otra vez traicionado por Judas, el demonio del deseo; por Pilatos, el demonio de la mente, que para todo encuentra disculpas, y por Caifás, el demonio de la mala voluntad.

Él vuelve a ser otra vez humillado, abofeteado por todos esos "Yoes" que cargamos en nuestro interior; Él vuelve a soportar la corona de espinas, Él vuelve otra vez a ser azotado, con cinco mil y más azotes, dentro de nosotros mismos, aquí y ahora.

Y por último, Él que se convierte en el Cordero Inmolado, en el Cordero que borra nuestros propios pecados, sube al gólgota del supremo sacrificio y exclama con gran voz: "¡Padre mío, en tus manos encomiendo mi Espíritu!".

Por último baja al Sepulcro y con su muerte mata a la muerte.

¡Sórbida es la muerte con victoria!. ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?

Así pues, hermanos, ha llegado la hora de amar al Cristo Íntimo; esa es la Enseñanza que nos trajo el Gran Kabir Jesús...

Cuando el Señor de Perfecciones dentro de nosotros mismos, aquí y ahora resucita, nosotros resucitamos en Él y Él en nosotros, y nos convertimos de hecho en criaturas espléndidas, inmortales.

Antes de poseer al Cristo Íntimo, estamos verdaderamente muertos.

Solamente después de poseer en nuestro interior al Cristo Íntimo, tenemos vida en abundancia.

Hermanos gnósticos, que esta noche nos hemos reunido en este ágape místico: quiero que améis en forma más profunda al Cristo Íntimo; quiero que verdaderamente trabajéis sobre vosotros mismos, a fin de que un día pueda Él surgir en vosotros para transformaros definitivamente.

Aunque el Cristo haya nacido mil veces en Belén, de nada serviría si no nace en nuestro corazón también; aunque haya sido muerto y resucitado, de nada serviría eso si no muere y resucita en nosotros también.

¡Amemos al Adorable, a ese que verdaderamente se sacrifica por nosotros, aquí y ahora! ¡Amémosle, hermanos, amémosle!