JESUS EL CRISTO

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Gnosis por Samael Aun Weor

sábado, 23 de julio de 2011

TANTRISMO. AMOR Y SEXO. TRANSMUTACION

TANTRISMO. AMOR Y SEXO – TRANSMUTACION SEXUAL

AMOR  Y  SEXO

EL TANTRISMO

Es indudable que el sexo es para el hombre moderno, uno de los aspectos más importantes de la vida y por lo mismo, un tema controvertido y revolucionario.

Reprimida desde hace uno o dos milenios, con períodos de relajación, la sexualidad se ha desenfrenado hasta convertirse en una obsesión y bien podríamos afirmar que el puritanismo de la era pisciana, le ha sucedido el libertinaje del presente siglo.

Tanto el puritanismo como la hipersexualidad constituyen extremos que han degenerado a la humanidad haciéndola involucionar al infrasexo, la fornicación, el adulterio, etc.

Para el hombre antiguo, conocedor de la Sabiduría, el sexo no era un problema, sino por el contrario, una fuente de vida, gozo y felicidad. Las antiguas culturas de Egipto, Eleusis, el Tibet, los Mayas, los Incas, conocieron y practicaron los secretos del Tantra Yoga ó YOGA DEL SEXO en Templos Sagrados, porque era la puerta de acceso a lo Divino.

El sexo era ante todo, un acto sagrado y devocional. En la India y el Tibet, se le conocía al sexo yoga, con el nombre de Ciencia del Tantra.


QUE ES EL TANTRA YOGA

El tantra yoga, es el yoga del sexo, el Sahaja Maithuna, ó unión sexual que trata de prolongar el coito sin llegar al orgasmo y por lo tanto no hay derrame de la energía, así es cuando se hace con fines espirituales. El tantra yoga sin orgasmo, es un acto espiritual ciento por ciento.

El sexo es la fuente de vida, y tiene conexiones con los 7 planos de creación. La energía sexual está conectada a todos nuestros aspectos psicológicos y cuerpos interiores, porque de él nacimos y es el origen de toda nuestra conformación material, código genético, conectada a lo espiritual; por lo tanto, derramar la energía, es derrochar la vida misma, la luz, la electricidad, el magnetismo. Conservarla es conservar la fuente de la eterna juventud.

Fornicar es tener una relación sexual, buscando el simple placer momentáneo del orgasmo y la eyaculación, es decir la mera satisfacción de un instinto animal.

Muchas personas defienden la fornicación, diciendo que es una función biológica natural y que la energía sexual no se debe reprimir, si no "liberar". Estos equivocados sinceros, no conocen a fondo el origen real de la fornicación, ni las leyes evolutivas e involutivas de la Naturaleza.

Para el tantrista, la sexualidad no se debe reprimir, es cierto, se debe TRANSMUTAR.

La humanidad actual solo sabe utilizar el sexo para su placer pasional animalesco, lejos de la pureza y la santidad plena que se requiere para gozar del sexo con absoluto dominio de sí mismo y guiados únicamente por los efluvios del Amor Divino dado por la presencia de Dios en nuestro corazón. En la India de los antiguos, Krishna fue conocido como Dios del Amor y de los enamorados. Krishna y Radarani, quien es la misma Lakshmi, es la pareja perfecta del origen Divino del Amor.


CAUSAS DE LA FORNICACION.

La fornicación es el mismo pecado original por el cual Dios Jehová, nos expulsó del Paraíso terrenal, corvirtiendonos en muertos vivientes condenándonos por ley a redimirnos con las correspondientes amarguras, dolores, sufrimientos y enfermedades.

Nuestra conducta de humanos en nada nos diferencia del animal, somos animales en lo sexual y en nuestros actos, por eso vivimos en un mundo perverso e inhumano.

Dijo el Señor Jehová cuando puso al hombre en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara: ¨Puedes comer de todos los árboles del jardín, menos del árbol del bien y del mal. No comas del fruto de ese árbol, porque si lo comes, ciertamente morirás¨. Gen, 2 -16-17.

Pero el hombre fue tentado y desobedeció. El fruto se podía contemplar, oler, saborear, pero no comer. La manzana que Eva dio a Adán fue el sexo, el fruto prohibido, la fornicación. La serpiente tentadora fue el órgano kundartiguador. Antes de esto Adán y Eva eran todos los hombres y mujeres del Paraíso obedecían a Kundalini, la serpiente de fuego y luz.

Las fuerzas lujuriosas de los luciferes despertaron en el hombre la pasión animal, sumergiendo su conciencia en ciertos estratos atómicos o regiones luciféricas perdiendo sus poderes. Esa fue la salida del Eden. El Eden existe, el Eden esta en las mismas dimensiones superiores. Los estados luciféricos y edénico son estados de conciencia. El hombre luciférico derrama el semen, el hombre edénico nunca derrama el semen. La humanidad actual es luciférica. La antigua humanidad de las razas Polar Andrógina, Hiperbórica y Lemúrica, fue la humanidad edénica.

Pero esta raza actual, se ha degenerado porque la genética animal se ha impuesto sobre la voluntad y la inteligencia.

El instinto animal ha sido más fuerte y predominado más que otras facultades del hombre, lo cual se manifiesta primordialmente en el sexo.

Mientras el hombre no invierta sus valores colocando lo espiritual por sobre lo animal, el amor consciente por encima del instinto biológico, no podrá alcanzar la trascendencia y la evolución a niveles superiores.

La puerta de salida del Eden fue el sexo y la puerta de entrada es el mismo sexo, entendido y practicado como suprasexo o tantrismo.

El fruto prohibido nos hizo conscientes de la ciencia del bien y del mal.

Salimos del Eden, pero conocimos el bien y el mal, adquiriendo auto-conciencia y sabiduría. Ahora debemos volver al Eden conociendo esa ciencia a través de la puerta por la cual salimos: el sexo.


LA DIVISION DE LOS SEXOS.

Cuando Dios creó al hombre, lo creó Andrógino en las dos primeras razas Polar e Hiperbórea, es decir, que tenía los dos sexos en sí mismo. Su sexo era diferente. No necesitaba el acto sexual en pareja.

Dice la Biblia que Dios después de crear al hombre, quiso crear alguien que fuera una ayuda para él. Entonces hizo caer al hombre en un profundo sueño y mientras dormía, le sacó una de las costillas de la cual Dios hizo una mujer y se la presentó al hombre, el cual al verla dijo: ¨Esta si que es de mi propia carne y de mis propios huesos¨ gen. 2, 23. Es decir que Eva es parte del mismo Adán y por lo tanto Adán parte de Eva, los dos son uno mismo, pero separados para el autoconocimiento.

Así ocurrió la división de los sexos, en los principios masculinos y femeninos, pero siendo complementos necesarios para restituir la unidad del Ser primigenio. Hombre y mujer son parte de una misma unidad y fueron divididos en épocas de la raza Lemur, para que se pudieran conocer así mismos y conocer la ciencia del bien y del mal, es decir conocer lo bueno de lo malo y lo malo de lo bueno.


Cuando el hombre y la mujer entiendan que son uno mismo y que no pueden pretender cambiar las leyes del creador, que todo lo que tiene la mujer le hace falta al hombre, y que todo lo que tiene el hombre le hace falta a la mujer, solo así se podrá iniciar el cambio.


Yin y Yang son dos principios universales; donde quiera que haya creación hay yin y yang en acción, en movimiento, es la eterna lucha de contrarios, la dialéctica permanente de la creación.

El yin y el yang están presentes desde lo más pequeño hasta lo más grande. El hombre y la mujer son el yin y el yang hechos carne, cuerpo físico. Su misión es unirse accionando sus principios energéticos que le fueron asignados por la gran ley y los Maestros Superiores. La noche no puede desplazar al día ni el agua al fuego. Tanto el yin como el yang son elementos necesarios para el balance de la vida.


Tantrismo Blanco:

Es aquél en el que nunca se derrama la energía sexual; se renuncia al orgasmo animal para alcanzar una meta espiritual. La clave del tantrismo blanco es ésta: Introducir el miembro viril -lingam- en la vagina -yoni- de la mujer y retirarse sin derramar el semen. Así despertamos el kundalini, la serpiente de luz, la serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes, que sube eliminando la cola de Satán y abriendo nuestros chakras.
En el tantrismo blanco, nunca se derrama la energía. Una caída significa el fracaso. Por eso muy pocos perseveran y otros retroceden.

Antiguamente, los iniciados en el culto del tantra, eran sometidos a grandes pruebas, antes de que se les revelara este secreto. Primero se les prohibía toda unión sexual, obligándolos al celibato. Más tarde, según su grado de conciencia, se les revelaba este gran secreto. Hoy, la Gran Logia Blanca, ha permitido entregar, develar este gran Arcano a la luz pública como la llave que abre la puerta a la salvación.

Somos seres espirituales que venimos reencarnando como hombre o mujer en distintas existencias. El espíritu es ajeno a la carne, antes fuimos hombre, ahora nacemos mujer, etc. pero en la carne está nuestra misión ahora y debemos actuar conforme a las leyes de la naturaleza. Si no hacemos y cumplimos la ley, la ley nos lo demandará más tarde. Para ser amos de la naturaleza, debemos obedecer y servir primero, siguiendo sus leyes y respetándolas.



LA PRACTICA DEL TANTRA:

El tantrismo blanco, es la unión de un hombre y una mujer, ¨uno que ama más y otro que ama mejor¨, fusionándose el uno con el otro hasta llegar a la adoración del Padre y la Madre Divina, controlando sus mentes y en consecuencia, desechando conceptos falsos acerca de la guerra de los sexos.

El acto sexual en el tantrismo blanco, se debe realizar combinando la fuerza sexual con la espiritualidad, prolongándolo mediante el control de los sentidos y terminando sin llegar al orgasmo. Cuando el hombre y la mujer se unen en el éxtasis supremo del amor puro, se activan los poderes que cada uno ha recibido por dádiva Divina.

Mientras practica el tantra, la pareja debe mantralizar la palabra
I A O, que dá la fuerza a la energía sexual para subir por la médula espinal.

IAO, representa la conexión del corazón y la videncia del plano astral. Este mantra armoniza el universo en nuestro interior.

Hay que entender que hombre y mujer son IOD-HE-VAU-HE, es decir, uno mismo. Esta es la palabra mántrica que debe resonar el tantrista blanco. IAO, es el nombre bendito de la Madre Kundalini Ramío, vocalizarlo en las prácticas, energiza nuestra conciencia.

  

SABIDURIA GNOSTICA


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