JESUS EL CRISTO

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Gnosis por Samael Aun Weor

domingo, 20 de noviembre de 2011

EL ÁRBOL DE LA VIDA


EL ÁRBOL DE LA VIDA

(Los Misterios Mayores. Cap. 3)

Así se cumplió la sentencia del Señor Jehová: "Y echó, pues, fuera al hombre, y puso al Oriente del huerto del Edén querubines y una espada encendida para guardar el camino del árbol de la vida".

Los dos árboles del Edén son el árbol de la ciencia del bien y del mal y el árbol de la vida. Estos dos árboles del huerto hasta comparten sus raíces.

El árbol de la vida está representado en nuestro cuerpo físico por la columna vertebral. El árbol del conocimiento está representado por los órganos sexuales. Ambos árboles del Edén hasta comparten sus raíces.

Dios puso querubines y una espada encendida para guardar el camino del árbol de la vida. Si el hombre hubiera podido comer de los frutos deliciosos del árbol de la vida, entonces tendríamos ahora Dioses fornicarios. Esa hubiera sido la maldición de las maldiciones, el sacrilegio más terrible, lo imposible.

La espada flamígera de la Justicia Cósmica se revuelve encendida, amenazadora y terrible, guardando el camino del árbol de la vida.

El árbol de la vida es el Ser.

Ahora bien, debemos saber que el Intimo es nuestro Espíritu, el Ser, el árbol de la vida. El Intimo es el hijo muy amado del Cristo interno. El Cristo interno es el rayo de donde emanó el Intimo mismo. El Cristo interno es uno con el Padre.

Padre, Hijo y Espíritu Santo son una tríada perfecta. De esta tríada nació el Intimo.

El Intimo está envuelto en seis vehículos inferiores que se penetran y compenetran sin confundirse formando al hombre.

 Todas las facultades y poderes del Intimo son los frutos del árbol de la vida. Cuando el hombre regrese al Edén podrá comer de los frutos del árbol de la vida; entonces podrá ver a Dios cara a cara sin morir, el rayo le servirá de cetro y las tempestades de alfombra para sus pies.

Existen 10 oleadas de vida que se penetran y compenetran sin confundirse; esas diez emanaciones eternas son los 10 sephiroth de la Kabalah, las 10 ramas del árbol de la vida. Ahora comprenderemos por qué Dios puso 10 dedos en nuestras manos.

Los doce sentidos del hombre están relacionados con nuestra columna vertebral; la columna vertebral es el exponente físico del árbol de la vida. Los doce sentidos son los doce frutos del árbol de la vida.

LA INICIACION

Al salir del Edén, el hombre cayó en el abismo. De ese abismo no hubiéramos podido salir sin la ayuda de un Salvador.

Entre el Edén y el abismo están los guardianes de la luz y de las tinieblas. Los guardianes del Edén guardan el camino del árbol de la vida; los guardianes del abismo son los tentadores luciferes.

Cuando salimos del Edén entramos en los abismos tenebrosos de la naturaleza; de esos abismos sólo podemos salir por medio de la iniciación cósmica

Toda iniciación es un nacimiento espiritual. El que quiera nacer tiene que entrar en el vientre de una mujer para gestarse; así tiene derecho a nacer el que quiera nacer.

La iniciación es totalmente sexual. Si queremos nacer necesitamos PRACTICAR MAGIA SEXUAL CON LA MUJER. La clave de la magia sexual es la siguiente


"Introducir el miembro viril en la vagina de la mujer y retirarnos sin derramar el semen". Este es el acto sexual que usan las criaturas que viven en el Edén.


Cuando estamos entre el vientre de la madre desarrollamos órganos, sentidos, vísceras, glándulas, etc.; cuando estamos practicando magia sexual, estamos en proceso de gestación sexual espiritual desarrollando las flores del alma. Así despertamos el fuego del Espíritu Santo y nos convertimos en maestros. Así, dentro del vientre de la Gran Madre, nos gestamos como dioses; así despertamos el Kundalini y nos convertimos en dioses.

Cuando el hombre eyaculó el semen, se hundió entre el dolor y perdió sus poderes ocultos. Al eyacular el semen, la conciencia humana se hundió entre los infiernos atómicos de la naturaleza, en el reino de los luciferes.

Toda la humanidad mora en el abismo. Uno sólo se da cuenta de que mora en el abismo cuando está para salir de él. Del abismo sólo podemos salir por medio de la iniciación.

Existen dieciocho iniciaciones, dieciocho nacimientos cósmicos: 9 iniciaciones de misterios menores y 9 iniciaciones de misterios mayores.

La iniciación es tu misma vida; la iniciación es de la conciencia y del sexo. Nuestra conciencia es una centella desprendida de la gran conciencia cósmica. Tuvimos conciencia mineral, vegetal y animal; ahora tenemos conciencia humana. Más tarde tendremos conciencia angélica, arcangélica, serafínica, etc.

Decir esto es bueno o esto es malo resulta cosa fácil; tener conciencia de lo bueno y de lo malo es muy difícil.


Decir que 2 y 2 son 4 es muy fácil; tener conciencia de que 2 y 2 son cuatro es cosa de dioses. El borracho sabe que beber alcohol es malo, pero el borracho no tiene conciencia de que beber alcohol es malo. Si el borracho tuviera conciencia consciente de que es malo beber alcohol, preferiría colgarse una piedra de molino al cuello y lanzarse al mar antes de continuar en el vicio del alcohol.

Nuestra conciencia va despertando a estados más elevados del Ser y de la vida. El conocimiento que no se vuelve conciencia de nada sirve. Millones de estudiantes espiritualistas estudian nuestras obras, mas el conocimiento intelectual de las verdades escritas de nada sirve, lo importante es tener conciencia de estas verdades.

Millones de estudiantes espiritualistas creen tener conciencia de las verdades que han leído; pobres seres, están equivocados. Sólo tienen conciencia de esas verdades los Grandes Maestros de misterios mayores.

Los estudiantes de las escuelas espiritualistas son loros que repiten lo que leen, eso es todo. Así, pues, lo importante es el despertar de la conciencia. El intelecto es una función del alma animal; la conciencia es una función de Dios.

Existe una montaña, el fondo de ella es el abismo. El que quiera salir del abismo tiene que escalar la montaña.

Existen dos caminos para salir a la cumbre: el primer camino va dando vueltas espirales a la montaña, así se llega a la cumbre; el segundo es el camino angosto, estrecho y difícil que en línea recta llega hasta la cumbre. Por el camino angosto sólo suben los iniciados. El camino espiral es muy largo; el camino estrecho y difícil es más corto. Este último es el camino de la iniciación.

Antiguamente existieron grandes escuelas de misterios en Egipto, Eleusis, Troya, Roma, Cartago, aztecas, druidas, etc.; entonces sólo podían ingresar a la iniciación los sacerdotes de las castas privilegiadas, pero nuestro Señor el Cristo abrió el sendero de la iniciación públicamente para todos los seres humanos.

Todo el drama de la Pasión del Señor se representaba dentro de los templos de misterios. Lo grande que hubo en el Cristo fue haber representado este drama públicamente sobre las viejas calzadas de Jerusalem. Así El abrió las puertas del templo para todos los seres humanos. "Pedid y se os dará." "Golpead y se os abrirá." "Angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la luz, y muy pocos son los que la hallan.". "De mil que me buscan, uno me encuentra; de mil que me encuentran, uno me sigue; de mil que me siguen, uno es mío."

Cuando llegó la edad negra, se cerraron las escuelas de misterios en el mundo físico. Ahora tenemos que buscar a esas escuelas adentro, muy adentro de nuestra propia conciencia.

Sólo pueden ingresar a los misterios mayores aquellos que hayan subido los nueve escalones de los misterios menores.

La gente se acuerda del Hijo de Dios pero no se acuerda del Hijo del Hombre. El Divino Maestro es Dios y Hombre. El Divino Maestro abrió el camino de la iniciación a todos los seres humanos. El tuvo que recorrer el camino para abrirnos el camino a todos. El fue hombre perfecto, el fue Dios.

La senda de perfección es terror de Amor y Ley.

samael aun weor
GNOSIS

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