EL ÓRGANO KUNDARTIGUADOR
POR: SAMAEL AUN WEOR
En el Amanecer de la Vida, allá por la época del
antiguo continente MU, antes situado en el Océano Pacífico, los animales
intelectuales recibieron, desafortunadamente, el abominable órgano
Kundartiguador.
Se ha hablado mucho del Kundalini, más, cuán poco
se ha hablado de su antítesis, el abominable órgano Kundartiguador.
Es claro que, por aquella antigua edad, la corteza
geológica del mundo no tenía estabilidad permanente.
Incesantes terremotos y terribles maremotos
convulsionaban a nuestro planeta.
Fue entonces cuando cierto individuo sagrado,
acompañado por una altísima comisión, vino a la Tierra en una nave cósmica.
Después de haber estudiado, aquella comitiva sacra,
el problema de los cataclismos, resolvió darle a la humanidad el susodicho
órgano, con el propósito de arreglar el problema geológico.
Se me dirá, ¿y que tiene que ver ésta cuestión con
los temblores de la Tierra y los maremotos; con el órgano Kundartiguador y el
organismo humano?
Mucho, mis queridos hermanos, mucho.
Téngase en cuenta que cada cuerpo humano es una
máquina extraordinaria, que capta las energías que descienden del Megalocosmos
y que las transforma maravillosamente, para retransmitirla, automáticamente, al
interior del organismo terrestre, a las capas inferiores de la naturaleza de la
Tierra.
La humanidad es un órgano del planeta tierra, un
órgano de la naturaleza, mediante el cual se transforman energías que vienen a
ser básicas para la economía del mundo tierra.
Incuestionablemente, al hacerse cualquier
alteración a la máquina humana, se producen, indudablemente, modificaciones
sustanciales de energías y al ser éstas retransmitidas a las capas anteriores
de nuestro mundo, ya así modificadas, pueden influir sobre la estabilidad de la
corteza geológica.
El darle pues, a la humanidad, el abominable órgano
Kundartiguador, es claro, es obvio, es ostensible que las energías fueron
modificadas, en forma tal que, al ser retransmitidas al interior de la Tierra,
ejercían sobre la corteza geológica un proceso que tendría como fin la
estabilidad de la misma.
Ya ven, pues, lo importante que es la máquina
humana, ¿verdad?
El abominable órgano Kundartiguador es la famosa
cola del Satán bíblico, que llegó a cristalizar.
Sí, es obvio, el Fuego Sagrado proyectado desde el
coxis hacia los infiernos del hombre se convirtió en la cola de Satán; tomando
forma física apareció como la cola de los simios.
¿Que hubo una época en que la humanidad poseyó
cola?
Es verdad, es cierto, pero esto no quiere decir que
nosotros vengamos de los simios, de los monos. ¡No!, al contrario, ellos vienen
de nosotros, son degeneraciones de la especie humana; resultaron de la mezcla
del animal intelectual con algunas especies bestiales de la naturaleza.
Mucho más tarde en el tiempo, y he ahí lo
interesante, otra altísima comisión resolvió quitarle a la humanidad el
abominable órgano Kundartiguador, ya no era necesario, la corteza geológica de
nuestro mundo se había estabilizado.
Desafortunadamente, al perder la humanidad tal
órgano, quedaron en nosotros las malas consecuencias del mismo, ésas malas
consecuencias se acomodaron en los cinco cilindros de la máquina orgánica. Tales
cilindros son: primero, el centro intelectual; segundo, el centro emocional;
tercero, el centro motor o del movimiento; cuarto, el centro instintivo; y
quinto, el centro sexual.
Acumuladas las malas consecuencias del abominable
órgano Kundartiguador, dentro de los cinco cilindros de la máquina, se formó en
nuestro interior una naturaleza inhumana y terriblemente bestial.
Las citadas consecuencias del abominable órgano
Kundartiguador constituyen el Mí mismo, el Sí mismo, el Ego, el Yo.
Es claro, es indudable que, la Conciencia, es
decir, la Esencia primigenia; hablando en lenguaje alquimista: "La Sal
Purísima, Incorpórea, Incombustible, Sublime", quedó dijéramos enfrascada,
encarcelada, embutida dentro de esa segunda naturaleza inhumana.
Desde entonces quedamos con dos naturalezas, una,
esta externa que tenemos y otra interna de abominación. ¿Qué hacer? ¿Cómo
hacer?
Desafortunadamente, mis queridos hermanos, conforme
los tiempos fueron pasando, la Conciencia embutida ahí, se fue durmiendo poco a
poco y perdió los poderes que antes poseyera, esos poderes con los cuales
podíamos manejar el fuego que flamea, el huracán que ruge, a las aguas
purísimas de la vida universal y a la perfumada tierra.
En otros tiempos, cuando al abominable órgano
Kundartiguador no había aparecido en nosotros, podíamos percibir un tercio de
todas las tonalidades del color existente en el cosmos infinito.
Quiero decirles a ustedes, en nombre de la verdad,
y pónganme mucho cuidado, que existen cerca de dos millones de tonalidades del
color, eso es verdad.
Hoy, el ser humano difícilmente puede percibir los
siete colores básicos del prisma solar.
En aquella antigua edad, en esos tiempos en que los
ríos puros de agua de vida manaban leche y miel, todo era diferente, entonces
los seres humanos levantaban la vista hacia el espacio y percibían el aura de
los mundos y a los genios planetarios y a las humanidades que los pueblan y a
los grandes hierofantes de la antigua Arcadia; los Hijos de la Mañana podían
claramente ver en el Akasha puro los mundos que habían existido en pasados Maha-Manvantaras
y aquellos que habían de existir en el futuro; así era la humanidad en otros
tiempos.
Los oídos de cada ser humano percibían las místicas
vibraciones SOORIOSANAS del universo, parlaban con los Dioses inefables y
sabían escuchar las sinfonías que sostienen al universo firme en su marcha.
Desafortunadamente, la involución fue precipitando
a los seres humanos por el camino de la degeneración; las facultades se fueron
atrofiando y con el tiempo se perdieron, lamentablemente.
Después de la segunda catástrofe TRANSAPALNIANA,
que cambió completamente la corteza geológica de nuestro mundo con la sumersión
del viejo continente Atlante, se precipitó la involución degenerativa humana.
Las facultades se fueron atrofiando,
lamentablemente, y por último el KALI YUGA (edad de hierro), iniciado por la
cultura greco-romana, nos trajo al estado en que nos encontramos actualmente.
En otros tiempos, antes del KALI-YUGA, antes de que
hubiera nacido la civilización grecoromana, iniciadora de esta edad negra, existía
el pensamiento objetivo, la mente objetiva.
Hagamos una plena distinción entre lo que es mente
objetiva y lo que es la mente subjetiva; entiéndase por mente objetiva aquella
que funciona solamente con los datos surgidos de la Conciencia.
Entiéndase por mente subjetiva aquella que
solamente se fundamenta en las percepciones sensoriales externas.
Muchos pescadores venidos de otras tierras a la
antigua Grecia, les dio por jugar con la palabra, por hacer silogismos,
prosilogismos, isilogismos, etc., etc., etc.
El juego de las palabras se volvió muy simpático,
sirvió para matar el ocio; con el tiempo surgió ahí la asociación meramente
intelectiva, fundamentada en las percepciones sensoriales externas; sistema
razonativo deficiente que excluye los intuitos; sistema razonativo meramente asociativo desligado de
todo proceso de la Conciencia.
Así, muchas áreas del cerebro se atrofiaron,
lamentablemente.
Desafortunadamente, los griegos cometieron el error
de expandir su sistema razonativo por toda la faz de la Tierra y esto condujo
al razonamiento subjetivo mundial.
Hoy, el cerebro humano ya no trabaja completamente.
Bien saben los científicos que no todas las áreas
del cerebro funcionan actualmente.
Producto, he ahí, de la asociación meramente subjetiva;
fue así, mis caros hermanos, como la mente humana se degeneró, como el cerebro
humano se atrofió; se convirtió en lo que actualmente es.
Pensemos ahora en los romanos, pues ellos, junto
con los griegos, iniciaron la edad negra que estamos viviendo: el KALI-YUGA; a
diferencia de los griegos, a éstos en vez de jugar con la palabra les dio por
jugar con el sexo.
Vagabundos de la antigua Roma, se entregaron a la
orgía, a los bacanales y hasta los exportaron mundialmente; fue así como vino a
perderse definitivamente la vergüenza orgánica.
Surgieron los prostíbulos por doquiera y la
humanidad se precipitó por el camino del infrasexo.
Hoy, veamos el estado en que nos encontramos:
degeneración sexual en gran escala y chispeante intelecto.
Los bribones del intelecto son terriblemente
lujuriosos.
La lujuria y el intelectualismo vano, basado éste
último en las meras asociaciones razonativas de tipo subjetivo, brillan por
dondequiera, se manifiestan aquí, allá y acullá, por todas partes.
El Ego ha tomado proporciones gigantescas, cada uno
de nosotros realmente lleva por dentro todos los factores que producen guerras,
amarguras, sufrimientos.
Necesitamos libertarnos del estado en que nos
encontramos, todas las facultades humanas se han degenerado, repito,
lamentablemente, todo se ha perdido; sólo nos queda un factor que puede servir
para nuestra salvación, quiero referirme en forma enfática a LA ESENCIA, la
cual como ya he dicho está embotellada entre el Ego.
Es obvio que, dentro de ella están los datos que
necesitamos para guiarnos por el camino que ha de conducirnos a LA LIBERACIÓN
FINAL.
En la Esencia, en la Conciencia, están también LAS
PARTÍCULAS DE DOLOR DEL OMNI-CÓSMICO, es decir, de nuestro Padre que está en
secreto.
Cada vez que nosotros erramos, Él sufre y sus
partículas de dolor quedan depositadas en la Esencia, en la Conciencia; si las
sabemos aprovechar, podemos mediante ellas despertar.
En la Esencia están esos datos que urgentemente
estamos necesitando para guiarnos por la Senda del Filo de la Navaja.
La Esencia es el guía espléndido que adentro
tenemos para guiarnos, pero desafortunadamente está presa, encarcelada,
embutida, embotellada entre el Ego, entre el Yo, entre el Mí mismo, entre el Sí
mismo.
Necesitamos desenfrascar la Esencia,
desembotellarla para que pueda guiarnos por el camino que ha de conducirnos
hasta la Liberación final y esto solamente es posible, queridos hermanos,
DESTRUYENDO EL YO, eliminándolo, reduciéndolo a polvareda cósmica.
Él es la cárcel dentro de la cual está enfrascada
la purísima Esencia.
Destruyamos los barrotes de esta cárcel, volvamos
polvo a esos muros de ignominia, reduzcamos a cenizas esa botella para que
seamos libres.
Libertada la Esencia, podrá guiarnos por el camino
de perfección hasta la Liberación final.
Si queremos nosotros destruir el EGO, debemos
disolverlo y eliminarlo.
En la vida práctica está el gimnasio psicológico
donde nosotros podemos autodescubrirnos, porque en relación con las gentes, con
nuestros amigos, con los compañeros de trabajo, con nuestros familiares, etc.,
los defectos que llevamos escondidos afloran y si estamos alertas y vigilantes,
como el vigía en época de guerra, entonces podremos verlos tal cual son, en sí
mismos.
Defecto descubierto debe ser sometido a la técnica
de la meditación, y una vez comprendido íntegramente podemos eliminarlos con la
ayuda de la Divina Madre Kundalini, la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos
poderes.
Si en trance sexual durante el Sahaja-Maithuna, la
invocamos de puro corazón, Ella podrá auxiliarnos; escrito está: "Pedid y
se os dará, golpead y se os abrirá".
Si le pedimos, Ella nos da, si golpeamos, Ella nos
abre; pidámosle a nuestra Divina Madre Kundalini particular, propia, de cada
uno de nosotros, que elimine de nuestra psiquis el defecto psicológico que ya
hemos comprendido, a fondo, en todos los territorios de la mente.
El resultado será extraordinario, Ella eliminará el
defecto y si continuamos así, trabajando incansablemente, llegará el día en que
el Ego habrá sido desintegrado radicalmente; entonces, la Esencia quedará libre
y vendrá el despertar.
La Conciencia despierta podrá orientarnos por la
Senda del Filo de la Navaja, la Conciencia despierta nos entregará los datos
que necesitamos para nuestra propia Liberación final.
Pero, hay que ser pacientes en el trabajo y muy
severos y muy constantes, porque cada defecto es multifacético y se procesa en
49 niveles del subconsciente.
samael aun weor
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