EPOCA LUNAR
POR: SAMAEL AUN WEOR
Pasada la noche cósmica del periodo solar,
se inició el alba del PERIODO LUNAR.
El universo solar se condensó en materia
etérica.
La vida RECAPITULÓ todos los estados de los pasados períodos cósmicos y después de esos procesos de recapitulación, se
inició en nuestra etérica tierra, llamada TIERRA-LUNA,
el periodo lunar en toda su plenitud.
La
flora y la fauna de ese tiempo era muy diferente a la nuestra: allí vemos
vegetales-minerales, es decir: semi-vegetales, semi-minerales, vegetales
semi-animales, etc., es decir, los tres reinos de la naturaleza no estaban
completamente definidos como ahora: en esa época un reino se confundía con
otro.
Había
entre los árboles una marcada tendencia a tomar con sus ramas y hojas las
formas cóncavas lo cual los hacia semejantes a gigantescos paraguas.
Se
adivinaba a través de todo lo existente una marcada tendencia a inclinarse
"hacia abajo", es decir, hacia la condensación de nuestra tierra
actual.
La
naturaleza es una viviente escritura por donde quiera, y con esa viviente
escritura escribe sus designios.
Vemos
en cambio ahora en nuestra época actual del siglo XX una marcada tendencia del
hombre a construir elevados edificios y aviones cada vez más rápidos etc.
Nuestros
actuales arbustos no quieren inclinarse sino subir hacia el sol, hacia arriba,
y es que nuestra tierra ya llegó al máximo de condensación material y ahora
anhela subir nuevamente, volver a "eterizarse"...
En
realidad el éter está inundando el aire y eterizando la tierra cada vez más, y
al final de la gran raza aria, el éter se hará totalmente visible en el aire, y
entonces las criaturas que viven en el éter compartirán con el hombre todas sus
actividades.
La
época lunar pertenece a los átomos lunares de la culebra del logos (La
humedad).
Los
átomos lunares nos inician en la antiquísima sabiduría neptuniana amentina.
Los
hombres de la época lunar eran pequeños de estatura y sus cuerpos eran de
materia etérica.
Construían
sus casas bajo tierra, aunque sobre la superficie ponían techos análogos a los
techos de nuestras actuales casas.
Negociaban,
trabajaban y se divertían lo mismo que nosotros, sus poblaciones urbanas eran
pequeñas y estaban conectadas como las nuestras con caminos y carreteras.
Tenían
también automóviles semejantes a los nuestros y las montañas eran transparentes
como el cristal y de un color azul oscuro muy hermoso; ese es el color azul que
nosotros vemos en las lejanas montañas, ese es el éter.
Toda
nuestra antigua tierra era de ese bello color.
Los
volcanes estaban en incesante erupción y había más agua que en nuestra época
actual; por donde quiera se veían lagos inmensos y mares dilatados...
En
el período lunar los cuerpos físicos de nuestra actual humanidad llegaron a un
mayor grado de perfección y entonces recibimos el cuerpo astral.
Los
hombres de hoy éramos los animales del período lunar, y los ángeles y los
demonios de los antiguos períodos flotaban en la atmósfera etérica de nuestra
tierra-luna: eran visibles y tangibles para toda la humanidad.
El
hombre percibía tras el fuego de los volcanes en erupción, a los arcángeles
(arcangeloi) o criaturas del Fuego y tras de todas las formas existentes a los
señores de la forma.
Los
hijos de la vida regulaban las funciones vitales de todo lo existente y las
criaturas elementales de los 5 elementos de la naturaleza convivían con los
hombres.
Fueron
los señores de la sabiduría quienes nos dotaron de cuerpos astrales, y fueron
los señores de la personalidad los que nos dotaron de esta personalidad.
Al
finalizar aquel gran periodo lunar, los íntimos de la actual humanidad
recibieron el cuerpo del espíritu humano, llamado cuerpo de la voluntad.
Voluntad
es el poder con el cual dominamos nuestras pasiones y nos convertimos en Dioses.
Al
cumplir con la ley del alquimista gnóstico, de introducir el miembro en la
vagina y retirarlo sin derramar el semen, el fuego de la pasión se transmuta en
luz astral y entonces el cuerpo astral se robustece y se llena de luz
resplandeciente, y todos los frutos esplendentes de ese maravilloso organismo
astral se sumen dentro del cuerpo de la voluntad y lo embellecen.
Samael
aun weor
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