EL RAYO DE LA MUERTE
El Rayo de la Muerte reduce al llamado hombre, a una simple quinta esencia molecular, así como una tonelada de flores puede reducirse a una simple gota de perfume esencial.
La energía de la muerte, por ser tan fuerte, destruye totalmente el organismo humano.
Es una corriente de tan altísimo voltaje, que inevitablemente destruye el organismo humano cuando llega a circular por éste.
Así como un rayo puede despedazar un árbol, así también el Rayo de la Muerte reduce a cenizas al cuerpo humano; es el único tipo de energía que el organismo no puede resistir.
Este rayo conecta la muerte con la concepción; los dos extremos se tocan.
Cuando la esencia se desprende del viejo cuerpo, bajo el impacto terrible del Rayo de la Muerte, se produce una tensión eléctrica tremenda, y una nota clave, cuyo resultado axiomático es el movimiento y combinación de los GENES determinantes del futuro cuerpo físico.
Así es como los sutiles constituyentes del huevo fecundado, se acomodan en disposición correspondiente, teniendo como base la tensión eléctrica y la nota clave de la muerte.
LO QUE CONTINUA
Dos cosas van al sepulcro: la primera es el cuerpo físico, la segunda es la personalidad humana.
Esta última, como ya dijimos, se forma durante los primeros siete años de la infancia, y se robustece con las experiencias.
A veces, la personalidad deambula por el cementerio; otras sale de su sepulcro cuando sus dolientes la visitan y le llevan flores.
Pero, poco a poco la personalidad se va desintegrando.
La personalidad es energética y atómica. La personalidad es perecedera. No existe ningún mañana para la personalidad del difunto, ella es mortal.
La personalidad no se reencarna.
La personalidad es hija de su tiempo y muere en su tiempo.
Aquello que continúa es la ESENCIA, es decir, el FANTASMA DEL MUERTO.
Dentro de dicho fantasma se desenvuelve el EGO REENCARNANTE el "YO", el MÍ MISMO.
Este último es legión de diablos que continúan.
Es equivocado dividirnos entre dos "yoes", uno de tipo inferior y otro de tipo superior.
El "yo" es LEGIÓN DE DIABLOS, que se desarrollan dentro de nosotros mismos, eso es todo.
Mucho se habla en la literatura ocultista de un "YO" SUPERIOR, de un "YO" DIVINO, pero resulta que ese "YO" SUPERIOR no es tal "yo".
La SEIDAD DIVINA trasciende todo yo.
Aquello que no tiene nombre profano es el Ser, el Intimo.
La ESENCIA es molecular; la esencia, el fantasma del muerto, vive normalmente en el mundo molecular, así como en el mundo físico usamos un cuerpo celular, en el mundo molecular, usamos un cuerpo molecular.
El «Libro Tibetano de los Muertos» dice textualmente lo siguiente:
"¡Oh! Noble por nacimiento... tu cuerpo presente, siendo un cuerpo de deseo... no es un cuerpo de materia grosera, así que ahora tú tienes el poder de atravesar cualquier masa de rocas, colinas, peñascos, tierra, casas, y el Monte Meru mismo, sin encontrar obstáculo... Estás ahora provisto del poder de las acciones milagrosas que, empero, no es el fruto de ningún Shamadi, sino del poder que viene a ti naturalmente... Tú puedes, instantáneamente, llegar a cualquier lugar que desees; tienes el poder de llegar allí en el tiempo que un hombre tardaría en abrir o cerrar la mano. Estos varios poderes de ilusión y de cambio de forma, no los desees, no lo desees".
EL CUERPO VITAL
En el organismo humano existe un cuerpo TERMO-ELECTRO-MAGNÉTICO. Este es el Cuerpo Vital. Dicho cuerpo es el asiento de la vida orgánica. Ningún organismo podría vivir sin el Cuerpo Vital. Cada átomo del Cuerpo Vital penetra dentro de cada átomo del cuerpo físico para hacerlo vibrar intensamente. Todos los fenómenos químicos, fisiológicos y biológicos, todo fenómeno de percepción, todo proceso metabólico, toda acción de las calorías, etc., tienen su base en el Cuerpo Vital. Este cuerpo es, realmente, la sección superior del cuerpo físico, el cuerpo TETRADIMENSIONAL.
En el último instante de la vida, dicho cuerpo se escapa del organismo físico.
El Cuerpo Vital no entra al sepulcro.
El Cuerpo Vital flota cerca del sepulcro, y se va desintegrando lentamente conforme el cadáver se va desintegrando.
Al sepulcro sólo entran el cadáver y la personalidad del fallecido.
El Cuerpo Vital tiene más realidad que el cuerpo físico.
Sabemos muy bien, que cada siete años cambia totalmente el cuerpo físico, y no queda ni un sólo átomo antiguo en dicho cuerpo. Empero el Cuerpo Vital no cambia. En dicho cuerpo están contenidos todos los átomos de la niñez, adolescencia, juventud, madurez, vejez y decrepitud.
El cuerpo físico pertenece al mundo de tres dimensiones. El Cuerpo Vital es el cuerpo de la cuarta dimensión.
LOS ÁNGELES DE LA MUERTE
Los Ángeles de la Muerte son, en sí mismos, hombres perfectos; es muy amarga la pérdida de un ser querido, y parecería como si los Ángeles de la Muerte fuesen demasiado crueles, pero ellos realmente no lo son, aún cuando parezca increíble. Los Ángeles de la Muerte trabajan de acuerdo con la Ley Divina, con suprema sabiduría y muchísimo amor y caridad. Esto sólo lo podemos entender claramente cuando nos identificamos con ellos en el mundo molecular y en el mundo electrónico.
Los Ángeles de la Vida le dan al ser humano un cuerpo Vital para que pueda vivir. Los Ángeles de la Muerte le quitan al ser humano la vida. Esto lo hacen cortando el Cordón de Plata; dicho cordón se corresponde con el cordón umbilical y es séptuple en su interna constitución íntima. Los Ángeles de la Vida conectan el cuerpo molecular de los desencarnados con el zoospermo. Así, éstos vuelven a tener un nuevo cuerpo. Realmente, el Cordón de Plata es el hilo de la vida que los Ángeles de la Muerte rompen en su día y en su hora de acuerdo con la ley del destino. Este hilo maravilloso pertenece a las dimensiones superiores del espacio, y sólo puede ser visto con el sentido espacial.
Los moribundos suelen ver al Ángel de la Muerte como una figura esquelética espectral bastante horrible.
Realmente, lo que sucede es que éste se revístese con EL TRAJE que corresponde a su oficio.
En la vida práctica, el policía viste su uniforme, el médico su bata blanca, el juez su toga, el sacerdote su hábito religioso, etc. Las vestiduras funerales y la esquelética figura de los Ángeles de la Muerte, horrorizan a aquellos que todavía no han despertado la Conciencia.
Los símbolos funerales de los ángeles de la muerte son: la hoz que siega vidas, la calavera de la muerte, el búho, la lechuza, etc.
Fuera de su trabajo, la apariencia de los Ángeles de la Muerte es la de hermosos niños, sublimes doncellas, venerables maestros, etc., etc., etc.
Los Ángeles de la Muerte están escalonados en forma de jerarquías. Entre ellos hay grados y grados, escalas y escalas, etc.
Los Ángeles de la Muerte tienen sus templos en el mundo molecular, también tienen sus Escuelas, Palacios y Bibliotecas.
samael aun weor
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