DESCRIPCIÓN DE LA ESTRELLA DE DAVID O ESTRELLA DE SALOMÓN
Es exactamente la misma estrella de Salomón muy bien estilizada.
El triángulo superior simboliza a Kether (el Padre que está en secreto), Chokmah (el Hijo) y Bínah (el Espíritu Santo de cada hombre).
El triángulo inferior representa a los tres traidores de Hiram Abiff.
Estos tres traidores están dentro de nosotros mismos.
El primer traidor vive dentro del cuerpo astral y es el demonio del deseo, simbolizado en el cristianismo por Judas.
El segundo traidor es el demonio de la mente y vive dentro del cuerpo mental, simbolizado en el cristianismo por Pilatos.
El tercer traidor es el demonio de la mala voluntad, vive dentro del cuerpo de la voluntad, simbolizado en el cristianismo por Caifás.
Estos tres traidores constituyen el ego reencarnante, el yo psicológico, el Satán que debe ser disuelto para encarnar al Cristo interno, constituido por Kether, Chokmah y Bínah.
El triángulo superior es el resplandeciente dragón de sabiduría. El triángulo inferior es el dragón negro.
En el centro de estos dos triángulos se halla el signo del Infinito o la cruz tao.
Las seis puntas son masculinas, las seis hondas entradas son femeninas, son las doce radiaciones que mediante la alquimia sexual vienen a cristalizar en las doce constelaciones del zodíaco.
Vemos pues aquí el sello de Salomón enmarcado perfectamente.
Este sello es muy antiguo, como se mira acá. El triángulo superior es el azufre, el triángulo inferior es el mercurio.
El azufre fecunda al mercurio para que se realice la Gran Obra, porque al fin y al cabo los cuerpos existenciales superiores del Ser son cuerpos mercuriales.
El mercurio viene a cristalizar en una primera octava superior con las notas musicales do, re, mi, fa, sol, la, si, en la forma del cuerpo astral. En una segunda octava superior, de acuerdo a la escala, viene a cristalizar en el cuerpo mental, y en una tercera octava, de acuerdo a la escala musical, viene a cristalizar en el cuerpo causal o cuerpo de la voluntad consciente. De manera que los cuerpos existenciales superiores del Ser son cuerpos mercuriales.
Cuando alguien posee estos vehículos, recibe el pneuma de los gnósticos, o sea, el espíritu, el alma, y se convierte en un hombre de verdad. Antes de esto no se es hombre, se es animal intelectual, pero hombre en el sentido completo de la palabra no es si no ha recibido los principios anímicos.
El sello de Salomón es la misma estrella de Belén, el símbolo perfecto del Sol Central.
Y así, cada vez que el Eterno Geómetra fija su atención en un punto del espacio, al punto surge la gloriosa estrella anunciando un nuevo estado de conciencia, el arquetipo de un ser, un astro, un sol.
samael aun weor
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