POR:
SAMAEL AUN WEOR
En el museo de Antropología e Historia de la ciudad de México
existe la figura de un hombre en piedra, semiacostado, en decúbito dorsal.
Las plantas de sus pies se posan en su lecho, las rodillas en
alto, las piernas medio flexionadas contra los muslos, el torso arqueado en
actitud de primer impulso para levantarse, con la cara hacia la izquierda y la
mirada en el horizonte; en sus manos un recipiente a la altura del plexo solar.
Este hombre en piedra es conocido por los arqueólogos con el
nombre de Chac-Mool y es uno de los pocos símbolos del panteón azteca que se
salvaron de la destrucción de la conquista.
Fue tallado por los místicos aztecas, mayas, tarascos, etc.,
para perpetuar la sabiduría que ellos recibieron como herencia secreta de sus
antepasados.
El nombre de esta escultura azteca es FARAON: nombre cuyas
sílabas se descomponen así... FA-RA-ON, y que debidamente vocalizadas son un
mantram que hace que EL CUERPO ASTRAL DE QUIEN LAS PRONUNCIE SE SEPARE DEL
FÍSICO y el hombre flote en el espacio hacia la gran PIRÁMIDE DE GIZAH EN
EGIPTO.
No es peligroso salir en cuerpo astral.
Durante el sueño todos los seres humanos andamos en los
mundos internos con la conciencia dormida.
Toda alma abandona su cuerpo físico durante el sueño,
entonces el cuerpo etérico tiene la oportunidad de reparar al cuerpo físico.
Cuando el alma regresa al cuerpo físico despertamos del sueño
normal.
En los mundos internos las almas se ocupan en los mismos
menesteres cotidianos que desempeñan en la Tierra durante la vigilia; compran
venden, trabajan en la oficina, en el taller, en la fábrica, en el campo, etc.
Las almas encarnadas y las desencarnadas conviven durante el
sueño.
En los mundos internos todo es igual: el Sol, las nubes, las
ciudades, las cosas.
En los mundos internos tenemos que aprender a conservar la
lucidez de la conciencia durante el sueño.
Para esto recomendamos que cada vez que se encuentre con
personas, acontecimientos o cosas raras que llamen su atención, discierna y se
pregunte:
¿Estoy en cuerpo físico o en astral?
Dé un saltito para ver si puede flotar; si llegara a flotar,
anda en cuerpo astral; si no flota, está en cuerpo físico.
En los mundos internos actuamos como si estuviéramos en carne
y hueso, como si estuviéramos despiertos.
No hay diferencia entre estos dos mundos, entre el físico y
el astral. (Lea "Los mil y un fantasmas" de Alejandro Dumas).
Lo que habitualmente hacemos en estado de vigilia lo hacemos
también durante el sueño.
Si durante el día practica usted la clave de dar un saltito
para cerciorarse en qué cuerpo anda, por las noches, cuando con propósito de
salir en cuerpo astral salte usted de su lecho, quedará flotando en el espacio
y, permaneciendo su cuerpo físico dormido, podrá viajar a través del infinito
para asistir a los bellos rituales y cátedras que imparten los grandes Maestros
en los templos gnósticos que existen en estado de Jinas en varias partes de
este país y en todo el mundo.
Indiscutiblemente, las secretas enseñanzas nahuas son comunes
a todos los pueblos de la más remota antigüedad.
Entre las leyendas húngaras se habla del "pueblo del
monolito" cuyo indescifrables caracteres se parecen a los que existen en
una gigantesca roca perdida en un lejano valle de Yucatán, México.
No olvide la clave:
Aprovechar el estado de somnolencia entre la vigilia y el
sueño para que, por medio de su voluntad, se desdoble en cuerpo astral,
discernimiento y memoria.
Con este triángulo conocerá por usted mismo los grandes
misterios de la vida y de la muerte.
Para interpretar sus sueños lea el libro de Daniel en la
Biblia.
Práctica
Párese en posición de firmes con la vista hacia el Este,
levante los brazos sobre su cabeza hasta juntar las palmas de las manos, baje
los brazos extendidos y forme una cruz con ellos y su cuerpo; después, crúcelos
sobre su pecho y acuéstese en decúbito dorsal.
Cuando se vaya quedando dormido pida en oración sincera a
Dios y a los Maestros que lo lleven a la gran pirámide de Gizah en Egipto.
Inmediatamente que termine su oración vocalice las siguientes
sílabas:
FAAAAAAA
RAAAAAAA
OOOOOMMMMM
El sonido de estas sílabas, con ligeras variantes en cada una
de ellas, corresponde al "fa" natural de la escala musical que
resuena en toda la naturaleza.
La sílaba "on", cambiándole la "n" por la
"M" la vocalizaban los yoguis antes y después de sus meditaciones.
samael aun weor
No hay comentarios:
Publicar un comentario