JESUS EL CRISTO

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Gnosis por Samael Aun Weor

miércoles, 11 de abril de 2012

EL ELIXIR BLANCO Y ELIXIR ROJO



ELIXIR BLANCO

ELIXIR ROJO

EL ELIXIR BLANCO Y ELIXIR ROJO

La alquimia es una ciencia hermética que convierte a la materia prima y densa en cuerpos sutiles.

Es la ciencia de las transmutaciones.

Para algunos es un saber, un conocimiento a través del cual  los alquimistas logran llevar a cabo el “MAGNUS OPUS” o “LA GRAN OBRA”, con su PIEDRA FILOSOFAL o PIEDRA DE LOS ESPLENDORES.

Para otros es un arte laborioso.

Es tan antigua como el hombre mismo, fue conocida y practicada en China y Egipto por la clase sacerdotal, fue traída a Europa por los árabes y aceptada por muchos monjes medievales y eminentes Maestros.

El conocimiento alquimista tomó vida nuevamente a partir del año de 1950 en que el Maestro Samael devela estos misterios, los que durante siglos habían permanecido ocultos y solo se enseñaban en secreto, de labios a oídos.

A la luz de la Gnosis sabemos que la Gran Obra es la Auto-realización Íntima del Ser, resumida muy breve en la “Tabla de Esmeralda”  de Hermes Trismegisto y la puedes leer en la catedral de Notre-Dame en la ciudad de París que es un monumento a la alquimia.

Dicen los alquimistas que la GRAN OBRA es una sola aunque tiene diversas partes.

La primera, obra simple, es la preparación de la materia. La segunda es la obra media y consiste en la preparación del elíxir. La tercera es la Gran Obra propiamente dicha, la multiplicación.

La PIEDRA FILOSOFAL es la obra maestra de la naturaleza ayudada por el trabajo del alquimista, pura y rica joya de la alquimia, síntesis metálica absoluta, asegura al feliz poseedor de este tesoro tres cosas: Saber, fortuna y salud.

Los alquimistas transmutan los metales en oro desde la más remota antigüedad y desde siempre han afirmado que el Mercurio, el Azufre y la Sal son la base de todo.

La sal es la sustancia de todas las cosas, el azufre  en su estado sutil es fuego y el mercurio es un licor espiritual aéreo.

El azufre y el mercurio están unidos en la materia prima, el trabajo del alquimista será  SEPARARLOS  para obtener el azufre, repetir la operación para preparar el mercurio (ELÍXIR) a fin de poder unirlos nuevamente para llevar a cabo la Gran Obra que lleva a la piedra filosofal.

ELIXIR, (según unos del latín e-lixis, debido a que se extrae el agua mercurial, según otros del árabe, el-ksir.

El elixir es la segunda parte de la obra de los sabios. Existen tres clases: el elixir perfecto al blanco, el elixir al rojo y el  completo.

El primero convierte en plata todos los metales imperfectos sobre los que se proyecta,  el rojo transforma todos los metales imperfectos en oro.

Hermes le da el nombre de “fuerza de toda fuerza” y los alquimistas el de “oro potable”. El Tercer elixir es la tintura que conduce a la perfección cualquier cosa imperfecta.

Como nos muestra la carta 14 del Tarot, al centro se encuentra un Ángel con dos copas o jarrones con los cuales mezcla los dos Elixires.

Ambos producen el elixir de Larga Vida que tanto anhelaban los alquimistas de la edad media y con el cual podían mantener el cuerpo físico por millones de años.

EL ELIXIR BLANCO ES LA MUJER Y EL ELIXIR ROJO ES EL HOMBRE, SIN LOS CUALES ES IMPOSIBLE ELABORAR EL ELIXIR DE LARGA VIDA.

EL ELIXIR DE LA MUJER EMANA DE LA LUNA. EL ELIXIR DEL HOMBRE EMANA DEL SOL.

Para nuestros antepasados el oro y la plata eran metales sagrados, eran la viva representación del Sol y la Luna, en astrología el sol es el metal que representa al Sol y la plata a la luna.

El elixir rojo transmuta el plomo en oro. El elixir blanco blanquea los metales.

Los metales son nuestros cuerpos internos que deben perfeccionarse con los dos elixires.

Lo importante es aprender a proyectar los dos elixires sobre los metales para transmutarlos en oro puro.

Este oro es más puro que todo el oro de las minas de la tierra.

No pretendemos dar una cátedra completa de alquimia, ya que existe abundante material sobre este tema; pero si esperamos crear en ti la inquietud para que algún día te conviertas en un verdadero alquimista.

“Para cambiar es necesario saber, para saber hay que aprender y para aprender hay que hacer grandes sacrificios”.(Samael Aun Weor)

María Guadalupe Licea Rivera. ICQ San Luis Potosí, S.L.P. México

"Cuando encontramos en nuestro camino un conocimiento superior, todas las fibras interiores comienzan a vibrar, presentimos que algo desde muy adentro nos está impulsando a tomar por ese sendero; que de pronto volvimos a encontrar, a veces el torbellino de emociones nos hacen tambalear, pero cuando la llama comienza a arder con esa energía avasallante, nada ni nadie podrá detenernos, en ese instante comprendemos: que dentro nuestro estaba escondida, en medio de las sombras de nuestro interior, la verdadera libertad, que solo cada uno de nosotros y con nuestro propio esfuerzo, limpiando esas sombras, la vamos a hacer brillar para siempre".

Teresa de Jesús Herrera Córdoba-Argentina

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