JESUS EL CRISTO

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Gnosis por Samael Aun Weor

sábado, 28 de abril de 2012

LA SAL, EL AZUFRE Y EL MERCURIO - ALQUIMIA SEXUAL -


LA SAL, EL AZUFRE Y EL MERCURIO - ALQUIMIA SEXUAL -

EL AZUFRE

El Azufre es la fuerza erótica.

El Mercurio es la energía seminal.

La Sal es, además de nuestras sales naturales de nuestro organismo humano, la combinación de los elementos antes citados.

El fuego sagrado es el azufre.

El azufre es un principio grasoso y aceitoso que une a la sal y al mercurio indisolublemente.

El azufre tiene parte de la solidez de la sal, y parte de la volatilidad del mercurio.

El azufre coagula el mercurio asistido poderosamente por la sal.

El fuego es el azufre de la alquimia.

El fuego en su absoluta simplicidad, es el sumum de todas las perfecciones.

El aire por ser menos puro, no logra penetrarlo a fondo ni fusionarse con él, sino únicamente cuando ha sido depurado en forma absoluta.

El Fuego elemental está concentrado en las lumbreras del cielo.

Estas lumbreras son los Astros inefables, los Logos planetarios que nos envían sus rayo para ayudamos en nuestra evolución cósmica.

El Fuego purifica todas las cosas, transmutándolas en perfecciones inefables.

El Fuego actúa en el centro de cada planeta, y en el corazón de toda la vida.

El Fuego tiene su habitáculo en el agua y si nosotros derramamos esas aguas, derramamos también el Fuego y quedamos en tinieblas.

Debemos acumular todo nuestro Semen Cristónico, para transmutarlo en EL FUEGO VIVO DEL ESPÍRITU.

El fuego sagrado es el azufre.
 
El azufre sol es el KUNDALINI, que tenemos que despertar practicando magia sexual con la mujer.

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El azufre es el fuego sexual que hay que robarle al Diablo en el momento del arrobamiento místico-sexual.

¿Y cuál es el azufre?

El fuego, el fuego...

Ese azufre es bastante interesante.

No es que sea azufre puramente químico, o el azufre que se puede comprar en la farmacia, crudo, "flor de azufre".

Estamos hablando del azufre de los sabios, estamos diciendo que cuando el mercurio está debidamente preparado -con el color amarillo-, se puede recibir el azufre de los sabios.

Ese azufre hace fecundo al mercurio.

Pero, ¿cuál es ese azufre de los sabios?

¡El fuego sagrado!, que normalmente está enrollado tres veces y media dentro de cierto chacra o centro magnético que existe en el cóccix.

Cuando el mercurio está preparado ya, se mezcla con el azufre, se convierte en un mercurio azufrado.

A su vez la sal, que existe en las secreciones sexuales, también pasa por sublimaciones y junto con el azufre y el mercurio forman un solo trío: sal, azufre y mercurio.

Esa sal, azufre y mercurio toman la forma de una serpiente que sube por la espina dorsal, a lo largo del canal medular-espinal -normalmente se le denomina "Kundalini" -, y va ascendiendo  por la médula espinal hasta el cerebro, abriendo los chacras que existen en la espina dorsal.



MERCURIO

El Mercurio es el Espíritu de la Alquimia.

El mercurio es un licor espiritual aéreo y raro.

El Mercurio es el águila volante de la Filosofía.

El Mercurio es nuestro Caos.

El Mercurio es el Semen.

El Mercurio se transmuta en Oro volátil.

El Mercurio es el agua del Caos, es el Semen Cristónico que se transmuta en el oro vivo del Espíritu.

Arnoldo de Villanueva, Alberto el Grande, Raimundo Lulio y muchos otros alquimistas, denominan Mercurio al ESPERMA O SEMEN.

No hay sino una sola materia que sirve de fundamento a la Gran Obra del Padre.

Esa materia prima de la Gran Obra, es el esperma denominado Mercurio por todos los alquimistas.

El Mercurio es el Esperma cocido de todos los metales.

Dice Arnoldo de Villanueva que, según el grado de sulfuración, el Mercurio engendra los diversos metales en el seno de la Tierra.

Así pues, el Mercurio según el grado de cocción, viene a revestir las diversas formas metálicas.

Realmente cada cosa puede ser descompuesta en sus propios elementos.

Con ayuda del calórico podemos descomponer el hielo en agua, porque el agua es el elemento del hielo.

Así pues, todos los metales de la Tierra pueden ser descompuestos en el Mercurio, porque el mercurio es la materia prima de todos los metales.

Este Mercurio es el Semen espermático, en el cual pueden descomponerse todos los metales, porque ese es el elemento de donde salen todas las cosas.

El hombre puede descomponerse en el semen, porque ese es el elemento de donde salió, y cada cosa puede ser descompuesta en los propios elementos de que está compuesto.

Antes de poder transmutar los metales, hay primero que reducirlos a su materia prima.

Así también, antes de que el hombre pueda redimirse de sus pecados y entrar en el reino de los cielos, hay que primero reducirlo a su materia prima, para luego transmutarlo en el Hombre Celestial de que nos habla San Pablo.

Por ejemplo, si yo tengo una estatua y quiero darle a esa estatua una forma absolutamente nueva, debo primero reducir esa estatua a su materia prima, descomponiéndola en los mismos elementos de que está compuesta.

Luego, con esa materia prima hago la estatua en forma absolutamente nueva, y totalmente diferente.

Así también, si queremos transmutarnos en Hombres Celestiales, en Maestros de Sabiduría, debemos reducirnos al Esperma de que fuimos formados, para elaborar el YO-CRISTO, el Niño de Oro de la Alquimia Sexual.

"Cambia las Naturalezas y hallarás lo que buscas".
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Ante todo, el Mercurio no es más que EL ALMA METÁLICA DEL ESPERMA.

En Alquimia, el Esperma es EL AZOGUE EN BRUTO.

Se dice que con ese Esperma transmutado se elabora el Mercurio (que es el Alma Metálica del Esperma).

Bien, hay tres clases de Mercurio:

Primero, El AZOGUE EN BRUTO, o sea, el EXIOHEHARI, el Esperma Sagrado; segundo, El ALMA METÁLICA DEL ESPERMA, que es el resultado de la transmutación, pues, del...   ...(ese ALMA Metálica, esa Energía Creadora que asciende por los cordones ganglionares, espinales, hasta el cerebro); el tercer MERCURIO es el más elevado, aquél que ha sido FECUNDADO POR EL AZUFRE (en Alquimia, el Azufre es el Fuego Sagrado).


 SAL

La sal es la sustancia de las cosas, y el principio fijo de todo lo existente.

La sal obra sobre el azufre y el mercurio, y estos últimos la hacen volátil como ellos.

La sal en recompensa los coagula y los fija.

La sal disuelta en un licor adecuado, disuelve las cosas sólidas y les da consistencia.

La sal da forma de perfección al Niño de Oro de la Alquimia Sexual.

La sal disuelve nuestros metales para elaborar con ellos el Niño de Oro de la Alquimia Sexual.

La sal volátil prepara la laringe para el Verbo de Oro.

La sal disuelve y coagula todas las cosas.

La tierra es de la naturaleza de la sal, y por ello se disuelve en el agua, y se coagula en el agua.

Los continentes salen de las aguas saladas de la mar, y vuelven al mar.

Nuestra tierra filosófica, es decir, nuestro cuerpo humano, debe reducirse a las sales seminales, para elaborar con esas sales el Niño de Oro de la Alquimia Sexual.

La sal está contenida en el esperma sagrado y se sublima con las transmutaciones.

samael aun weor
GNOSIS

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