JESUS EL CRISTO

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Gnosis por Samael Aun Weor

domingo, 29 de abril de 2012

EL ELIXIR ROJO Y EL ELIXIR BLANCO

-EL ELIXIR ROJO Y EL ELIXIR BLANCO-

Con el Semen de nuestras glándulas sexuales; con esta maravillosa sustancia elaboramos el Elixir Rojo y el Elixir Blanco.

Ahora en este nuevo capítulo, vamos a estudiar los Elíxires Blanco y Rojo, actuando como Sol y Luna.

Existen dos mercurios: el Mercurio Macho y el Mercurio Hembra.

Estos son los Elíxires Blanco y Rojo.

Estos son los Polvos de Proyección, con los cuales transmutamos todos nuestros metales en oro puro.

El Elixir Rojo es el Mercurio Macho.

El Elixir Blanco es el Mercurio Hembra.

El Mercurio vulgar, o sea el Mercurio Hembra, no puede soportar el fuego sino con ayuda de otro Mercurio diferente, que sea totalmente cálido, seco y más digerible que él.

El Mercurio Macho se vuelve fluido cuando se mezcla con el Mercurio Hembra, mediante la Magia-Sexual.

Entonces los dos Mercurios se unen indisolublemente en forma totalmente inseparables, como cuando el agua se une con el agua.

El Mercurio masculino le quita al Mercurio Femenino su flema y su frialdad lunar, volviéndolo primero negro, luego rojo, luego blanco, y de distintos colores.

Nuestro Mercurio, después de sus constantes transformaciones, tiene el poder de cambiar nuestros metales en oro puro.

Los dos Elíxires, Blanco y Rojo, son los dos Mercurios con los cuales transmutamos todos los metales de nuestra personalidad, en el oro puro del Espíritu.

El hombre es el Sol, la Luna es la mujer.

No obremos con el Sol y con la Luna, sino únicamente después de haberlos reducido al Mercurio de la Filosofía.

Saquemos el Mercurio del Sol y de la Luna, para trabajar con esta materia venerable, en la Gran Obra.

Hay que reducir el Sol y la Luna a la materia prima de la Gran Obra, para elaborar con esa materia prima, EL REY CORONADO CON LA DIADEMA ROJA.

Hay que unir el Mercurio macho con el Sol y el Mercurio hembra con la Luna.

Empero, ello solamente es posible reduciendo estos dos Mercurios a Sol y a Luna.

Esta reducción se realiza con la unión amorosa del hombre y la mujer.

Reducido el hombre a Sol y la mujer a Luna, entonces hemos descompuesto a los compuestos en sus propios elementos de que están compuestos, y con esta materia prima vamos entonces a engendrar el HOMBRE CELESTE, el REY SOL, el MAESTRO de la FRATERNIDAD BLANCA, lleno de gloria y de poder.

Así es como nuestro Mercurio se une con el Sol y con la Luna, y así es como el Sol y la Luna se reducen a Semen, es decir, a Mercurio filosófico.

El Mercurio solo se une indisolublemente con otros cuerpos cuando éstos se han elevado hasta su propia naturaleza.

Elevemos nuestro Mercurio Macho al estado solar, y el Mercurio Hembra al estado Lunar, para que el Sol y la Luna se reduzcan a Mercurio, uniéndose a él indisolublemente.

Si tenemos un anillo de oro y queremos convertirlo en una Cruz, tenemos inevitablemente que fundir el oro, reduciéndolo a su materia prima, al Mercurio de la filosofía, para elaborar con esa materia prima la Cruz de Oro.

Así también el hombre debe reducirse al Semen que lo engendró, para elaborar con ese semen al Maestro de Misterios Mayores de la Fraternidad Universal Blanca.

El Mercurio Masculino es activo, seco y cálido, mientras el Mercurio Femenino es húmedo y pasivo como la Luna.

Pero con el fuego, los dos Mercurios se unen indisolublemente.

Por medio de la unión sexual se verifica la unión de los dos Mercurios.

Ese es el secreto para reducir los dos metales a su materia prima.

Cuando los dos metales se unen inseparablemente, tienen el aspecto de un polvo blanco, y engendran Soles y Mundos en el infinito.

Fecundando el CAOS, surge la vida interna en todo su esplendor.

Con una onza de este polvo de proyección, haremos soles a millones y transmutaremos en Luna toda clase de metal salido de una misma mina.





-LOS POLVOS DE PROYECCIÓN-


Estos polvos son los Elixires blanco y rojo de la Alquimia Sexual. (Véase el Capítulo ELIXIRES BLANCO Y ROJO).

Los polvos de proyección son los Elixires Blanco y Rojo.

El Mercurio Masculino es el Elixir Rojo, y el Mercurio Femenino es el Elixir Blanco.

El Elixir Blanco blanquea los metales, dándoles una blancura inmaculada.

El Elixir Rojo transforma el plomo en oro, y vuelve amarillas todas las cosas.

Las alas de Mercurio nos elevan al mundo de los Dioses.

Mercurio es el mensajero de los Dioses inefables.

El Mercurio de la filosofía secreta, nos convierte en EL REY CORONADO CON LA DIADEMA ROJA.

El ligamen de la Cruz con el triángulo se realiza con el mercurio de la filosofía secreta.

Las alas de Mercurio nos convierten en Dioses Omnipotentes del Universo.

samael aun weor
tratado de alquimia sexual
GNOSIS

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