ANTROPOGENESIS MAYA.
Antropogénesis Maya
La Creación
“Primero todo era silencio, había mucha calma. No había nada que estuviera en pie en toda la faz de la tierra, solo existía el mar en reposo y un cielo apacible. Todo era oscuro, solo Tepeu y Gucumatz (progenitores) estaban en el agua rodeados de claridad. Ellos son los que disponen de la creación de árboles, bejucos, nacimiento de la vida y del hombre. Se formó el corazón del cielo. Mediante su palabra ellos hicieron emerger la tierra. Dijeron “Tierra” y esta fue hecha.” Popol Vuh
Los mayas, coinciden (como casi todos los pueblos del mundo) en que el origen del mundo, está en el “Verbo” o Logos Platónico, dice el Popol Vuh, que todo estaba en suspenso, que nada se movía, ni existía, y entonces vino “La Palabra”, esto nos recuerda a San Juan cuando dice “En un principio era el verbo…”
“Así como es arriba es abajo”, reza la afirmación de Hermes Trismegisto, de la misma forma como fue creado el Universo, así mismo -y con las mismas leyes-, deberá el ser humano, extender la obra del creador en uno mismo.
“Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la creación…cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra se hallaba sumergida en el agua”.
El caos Primordial (silencio, el reposo), se encuentra en las aguas primordiales dentro del mismo ser humano y si aprendemos a trasmutar tales aguas es posible que exista una creación superior.
El Fuego sagrado del Amor, debe fecundar las aguas puras de vida y así surge el verdadero Cosmos Hombre (la palabra Hombre incluye al varón y la mujer).
En el Popol Vuh de los mayas, el ave y la serpiente figuran como creadores sexuales del Universo. Tepeu y Cocumatz envían un gavilán al inmenso mar de la gran vida para traer la serpiente, con cuya sangre maravillosa amasan el maíz amarillo y blanco. Dice el Popol Vuh, que con esa masa de maíz blanco y amarillo, mezclado con la sangre de la serpiente, el dios Tzacol formó la carne de la gente. El ave representa al Espíritu Universal de Vida. La serpiente representa al fuego sexual del Tercer Logos. La sangre de la serpiente indica las aguas del Génesis, el Gran Esperma Universal, el Ens Seminis o Semen Cristónico, en cuyas aguas está el germen de toda vida. Estas aguas son la sangre de la tierra, según el filósofo maya. La diosa Coatlicue es la Madre de la Vida y de la Muerte.
(el Ens Seminis).
Realmente, el fuego sexual del Tercer Logos hace fecundas las aguas de la vida para que surja el Universo.
En la teogonía maya, dos dioses intervienen en la creación: uno que da la vida y la forma al hombre, y otro que le da la Conciencia. El Tercer Logos hace fecundas las Aguas de la Vida y cuando éstas han sido fecundadas, interviene el Segundo Logos infundiendo Conciencia en todos los organismos. Los vehículos de acción de todas las fuerzas Logoicas son los dioses inefables.
El Gavilán H´ Ch´ Uuy, el guacamayo “Mo”, el cernícalo X´ Cen Cen Bac, el tapir, Tzimink, Aax y la serpiente “Can” son los factores básicos de los mitos geogénicos mayas. Estos símbolos se utilizan exotéricamente y esotéricamente. En el campo exotérico o público simbolizan hechos de tribu, acontecimientos históricos, etc. En el aspecto esotérico o secreto, la cuestión es altamente científica, profundamente filosófica, sublimemente artística y tremendamente religiosa.
Entre los mayas, el Paraíso Terrenal es Tamoanchan, el sagrado lugar del Pájaro Serpiente. Tamoanchas son de hecho los Iniciados de la Serpiente. El mito de los Tamoanchas es el del Pájaro-Serpiente. Los Tamoanchas descienden de los toltecas, olmecas y mayas. (Samael Aun Weor. Matrimonio Perfecto)
Así mismo, los Mayas conocían a fondo la historia del Mundo, sus razas anteriores y cómo fueron destruidas, al respecto dice el Maestro Samael Aun Weor:
“El Libro Sagrado de los Mayas, El Popol Vuh, dice que Dios creó al hombre de barro y después de madera (la raza Atlante), pero ellos se olvidaron de sus "Padres y Madres", se olvidaron del "Corazón del Cielo", luego vino un gran diluvio y todos perecieron, se metían en cavernas para guarecerse y éstas se derrumbaban (se refiere al sumergimiento de la Atlántida). Así pues cada quien tiene a su Padre y a su Madre Divina que son muy sagrados. En el Padre y en la Madre Kundalini vemos las dos columnas Jachín y Boaz que son las que sostienen el Templo.”
No podía faltar la divinidad representada en sus tres aspectos (Padre, Hijo y Espíritu Santo), conocida como la Trinidad, representada entre los mayas como el Corazón del Cielo, cada cultura del mundo la representa de alguna forma, así tenemos lo que dice el Popol Vuh:
“Se manifestó la creación de los árboles, de la vida y de todo lo demás que se creó por el Corazón del Cielo, llamado Jurakán. La primera Manifestación se llamaba Caculjá Jurakán, el rayo de una pierna. La segunda manifestación se llamaba Chipí Caculjá, el más pequeño de los rayos. Y la tercera manifestación se llamaba Raxá Caculjá, Rayo Muy hermoso. Y Así son TRES el Corazón del Cielo.”
Estas tres fuerzas primarías de la naturaleza en el macrocosmos (Universo) se unen para crear y lo mismo debemos hacer en el microcosmos (Ser humano) para lograr la creación del Auténtico y verdadero Hombre interior.
El Génesis Maya, no solo se refiere a cómo fue creado el Universo, sino explica -para quien tenga ojos, vea- la forma y método con la cual podemos lograr la creación del universo interior, para lo cual hemos venido a este mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario