LOS DRUIDAS
Los Druidas
Los druidas fueron los sacerdotes de los antiguos celtas. Los celtas eran individuos que se establecieron en parte de la antigua Galia, de las islas británicas y de España.
Cuidaban del culto divino, Desarrollaron un sistema de conocimiento de la personalidad relacionando la posición de las estrellas en la fecha de nacimiento, los árboles eran considerados como sagrados, y por lo tanto tenían alma, identidad y conciencia.
Los druidas conocían a la perfección los secretos de estas criaturas vegetales y se inspiraban en la magia arbolaria estacional para crear un horóscopo que ayudaba al hombre a conocer su carácter.
Creían en la transmigración individual, que significa pasar una alma de un cuerpo a otro. Consideraban sagrados el roble y el muérdago, que cortaban con una hoz de oro, revestidos de blanco y coronados de hojas de roble. Eran maestros en el esoterismo. Sus casas, según algunas tradiciones, eran toscas chozas en forma de colmenas. Existían entre ellos las sacerdotisas.
Se cree que el célebre Stonehenge, construido probablemente como observatorio astronómico, fue utilizado más tarde como templo druida.
Según el anticuario John Aubrey, nacido en el siglo XVII, las piedras en círculo y demás sitios adyacentes al llamado templo central fueron construidos y utilizados por los míticos druidas.
El profesor de arqueología de la Universidad de Cardiff, R.J. Atkinson, en su obra Stonehenge y monumentos vecinos, nos explica algo que resalta obviamente por su notoriedad: en efecto, los druidas fueron observadores de la Naturaleza, incluyendo la astronomía, pero su localización histórica no parte con total seguridad desde el año cuatro mil antes de Cristo.
Lo cierto es que los historiadores y científicos discrepan en este vital punto que nos remonta a los inicios de Stonehenge, como discrepan también en lo concerniente a los celtíberos fusión entre celtas e íberos que en España dio como resultado un pueblo con peculiaridades propias. Desconcertantes son algunas de las coincidencias que hemos encontrado entre la iconología celtibérica y la simbología (especialmente bafomética) templaria.
Según expone Arnauld de Saint Jacques en su obra Los Templarios y el Evangelio de San Juan, para conocer el verdadero origen del Cristianismo es necesario remontarse en el tiempo y situarse en 7.000 años a.C., cuando los celtas dominaban la mayor parte de Europa.
A causa de persecuciones religiosas, se produjeron con 400 años de intervalo, dos migraciones masivas y a través de diferentes vías: hacia Asia por los Dardanelos y hacia África por Gibraltar. Sería la primera la que tendría como inspirador y conductor a Ram, conocido como Ram el Celta, que significa "carnero" y que está representado en el zodiaco (revelado por el mismo Ram), por el signo de Aries. La prodigiosa epopeya de Ram (Rama en la India), está relatada en el Ramayana, extenso poema hindú y también en el Zend Avesta, de Zoroastro.
Las huellas culturales e iniciáticas de Ram han perdurado en distintos países a pesar del tiempo transcurrido. En el aspecto lingüístico, por ejemplo, tenemos palabras como Irán (I-Ram), Pi-Rámide (potencia paternal de Ram), Ramamah (trueno egipcio), Ramsés, Hi-Ram (Rey de Tiro y arquitecto del Templo de Salomón), el Ramadán de los árabes (gran fiesta de Ram), etc.
Ram era un genio de Luz, un Adepto Implantó los principios sinárquicos en todo el imperio, que vivió en paz y justicia durante más de 3.500 años. Ram había enseñado y promovido el cultivo de la vid, organizó los gremios y las profesiones, abolió la esclavitud y castigó el homicidio.
Dio a la mujer un papel relevante como sacerdotisa del hogar, jamás conocido hasta entonces, pues sabía que el pórtico del Templo ha de sustentarse sobre dos columnas, equiparando su importancia a la del hombre, tanto en los aspectos materiales como en los religiosos y metafísicos. Estableció cuatro grandes fiestas al año coincidentes con el cambio de estaciones...
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