JESUS EL CRISTO

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Gnosis por Samael Aun Weor

sábado, 19 de febrero de 2011

TRABAJO Nº 5 DE HERCULES, EL HEROE SOLAR

TRABAJO Nº 5 DE HERCULES, EL HEROE SOLAR

Quinto Trabajo

Destrucción de las Aves Antropófagas

      Todas las grandes civilizaciones del pasado a través de sus   cultos,  han intentado conducir al hombre a la única gran verdad; y es de ello, que resulte asombrosa  la repetición de signos, de símbolos, de ideas y  el gran parecido de todas las formas religiosas. La gnosis, es la ciencia de los signos, si acomodamos de cierta forma las letras que conforman tal palabra podemos verificar que se esconde  el termino signos.

      La gnosis a través del lenguaje simbólico de la conciencia entrega la sabiduría o el conocimiento de tipo superior  para la transformación y liberación del ser humano. La sabiduría gnóstica la podemos encontrar   oculta bajo el ropaje simbólico de los signos o lenguaje simbólico de la conciencia; en las pirámides, en los antiguos códices, monolitos, viejos pergaminos,  en las grandes obras de literatura universal y en las que solamente mencionamos  algunas.  “La Ilíada” de Homero, “La divina comedia” de Dante Alighieri, así como también  la Odisea, y la Eneida, de Virgilio.

      La quinta hazaña o el quinto trabajo que  realiza Hércules, el Héroe Solar, está relacionado con la caza y destrucción de las aves antropófagas que tenebrosas habitaban el lago de  Estinfalo. Según cuentan las tradiciones antiguas, que dichas aves tenían el pico, las garras y las alas de bronce, y mataban a los hombres con sus bronceadas plumas, que a manera de flechas mortíferas lanzaban contra sus indefensas víctimas. Incuestionablemente esas  aves antropófagas son las crueles Arpías  mencionadas por Virgilio, el poeta de Mantúa, en la Eneida.

      Cuando se dice que Hércules tiene que capturar  y destruir a las aves antropófagas del lago de Estinfalo. Se está hablando en forma alegórica; Hércules simboliza al  Cristo intimo, el Cristo  no es ninguna persona o ser histórico o mitológico, el Cristo, es un poder, una fuerza como la electricidad de tipo espiritual terriblemente divina que tiene el poder   para desintegrar a las aves antropófagas del lago de Estínfalo, las  aves antropófagas por su parte vienen a simbolizar a los defectos que tienen que ver con la magia negra, con yoes brujescos, hechiceros y todo lo que esté relacionado  con el arte de la suerte y  la adivinación.

      El quinto trabajo de Hércules es un trabajo interno superior y es para  grandes iniciados.  Y es una alegoría del trabajo que tiene que hacer el iniciado, todo iniciado tiene que bajar y trabajar  en sus propios mundos infiernos. La palabra "Infierno" deviene del latín "Infernus", que significa "Región Inferior".  Es necesario bajar a esas regiones inferiores  o sumergidas del infra consiente,  si de verdad se quiere desintegrar con la ayuda del poder y la fuerza del Cristo a todo ese tipo  de defectos  psicológicos  que tiene que ver, con yoes brujescos, hechiceros.

      Aunque usted no lo crea, querido lector, detrás del temperamento que poseemos se esconden entre las más remotas profundidades de nuestra psiquis, las creaciones diabólicas más execrables. En nuestro interior psicológico existen defectos, que ni remotamente sospechamos que los tengamos. Esto significa que en el mundo existen muchas gentes que, sin saberlo, practican inconscientemente la Magia Negra. Ver tales creaciones, auto-observar esas monstruosidades del infierno dentro de las cuales se halla embotellada nuestra mismísima conciencia, solo es posible con el desarrollo  progresivo del sentido de auto-observación íntima.

      La  auto-observación de sí mismos  consiste en  orientar la atención  hacia nuestro mundo  secreto o país psicológico interno. Desafortunadamente el sentido de la auto-observación íntima, se encuentra atrofiado en todo ser humano; pero si nos auto-observamos de momento en momento; de instante en instante con relación en nuestra forma de pensar, sentir y obrar; tal sentido se irá desarrollando en forma progresiva. A medida que el sentido de auto-observación prosiga su desarrollo mediante el uso continuo, nos iremos haciendo cada vez más capaces de percibir en forma directa aquellos Yoes brujescos sobre los cuales jamás tuvimos dato alguno relacionado con su existencia.

      Ese tipo de yoes  pertenecen y se encuentran en la cara oculta  de nuestra  psiquis. Cabe señalar que así como la luna que nos ilumina en las noches tiene dos caras, una visible y otra que no podemos ver, así también; en nuestro mundo interior psicológico existe una cara visible y otra oculta. Es decir, en la cara visible de nuestra psiquis están los yoes que pueden ser descubiertos  fácilmente; pero hay otros     que son más difíciles de descubrir, por tal motivo se dice que corresponden a la cara oculta de nuestra luna psicológica. Por lo que es importante   agudizar el sentido de la auto-observación psicológica a través de trabajos  sucesivos  de fondo, siempre continuos, pues ningún Yo, puede ser visto ni desintegrado jamás instantáneamente.

      El verdadero conocimiento que realmente puede originar en nosotros un cambio interior fundamental es la auto-observación de sí mismos.

      Si de verdad buscamos un cambio interior, si de verdad, queremos realizar la quinta hazaña de Hércules es necesario despertar nuestra conciencia  para que  esta se libere y goce de la dicha y felicidad infinita de los mundos superiores. Pero, para que dicho despertar se dé, es necesario; descubrir, comprender  y eliminar los defectos brujescos, hechiceros, relacionados con la magia negra y con todo tipo  de arte de suerte y adivinación que llevamos en nuestro interior y así  tener derecho de  continuar con la sexta hazaña de Hércules, hasta lograr los 12 trabajos de Hércules, con el fin  de  seguir avanzando en la conquista de la realización de la gran obra. La "Gran Obra" es ante todo, la creación del hombre por sí mismo, a base de trabajos consientes y padecimientos voluntarios. La "Gran Obra" es la conquista interior de sí mismos, de nuestra verdadera libertad en Dios.
Enviado por Pedro Rojas Luna. La Paz, B.C. Sur.

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