EL DRAMA COSMICO Y EL EVANGELIO DE JUDAS
El Drama Cósmico y el Evangelio de Judas
El Drama cósmico es un acontecimiento universal que se repite en cada mundo del espacio infinito, tanto en el Macrocosmos como en el Microcosmos hombre, el ser humano debidamente preparado debe realizar lo que el Logos Solar hace en forma magistral en el espacio infinito.
El Cristo Intimo nace un 24 de diciembre a media noche para amanecer el 25. El nace débil, pequeño, más debe crecer, hacerse hombre, conforme el iniciado va eliminando los elementos indeseables que en su interior carga, va creciendo internamente. El Cristo Intimo debe desarrollarse dentro de cada uno, en principio el iniciado no siente cambio alguno, pero conforme va desintegrando los elementos indeseables (los animales del establo), se va formando el verdadero y auténtico hombre que tiene que vivir el Drama Cósmico tal como está escrito en los cuatro Evangelios. (Mateo, Marcos, Lucas, Juan)
Los tres traidores: Judas, Pilatos y Caifás lo llevan a la muerte, las multitudes de “yoes” lo llevan a la cruz. Judas el demonio del deseo es el que cambia al Cristo Intimo por todos los placeres del mundo (las famosas 30 monedas de plata), Pilatos el demonio de la mente que a cada instante se está lavando las manos, justificando sus errores. “nunca es culpable de nada”, le traiciona, le hace colocar la corona de espinas en sus sienes y le flagela con más de 5000 azotes y Caifás, el demonio de la mala voluntad que vende los sacramentos y prostituye el Templo, también traiciona al Cristo Intimo.
Estos tres traidores no son solamente históricos, se encuentran dentro de cada uno de nosotros, son de actualidad palpitante, traicionando a nuestro Ser a cada instante. El Cristo cuando se humaniza dentro del vientre materno se convierte en el Jesucristo Intimo (Jesús o Jeshuá significa Salvador). El Jesucristo Intimo es el que cuenta. Jesús como Salvador vino a traer la doctrina del Cristo Intimo, en la misma forma que el Buda Gautama Sakia Muni trajo la doctrina del Budha Interior. El Cristo no es un personaje meramente histórico, es una fuerza que está más allá de la personalidad, del ego y de la individualidad, es una fuerza como la electricidad que puede originar nuevas manifestaciones, que palpita en cada átomo como palpita en cada sol. El acontecimiento de la historia crística no es de ayer, es del presente, es para vivirla dentro de uno mismo.
En las sagradas escrituras se habla de los 12 Apóstoles, se dice que eran 12 pescadores y que seguían a Jesús de Nazareth, esos 12 apóstoles tampoco son solo históricos, se encuentran también interiormente, este preciso instante. Son 12 partes fundamentales de nuestro propio ser. Todas las partes autónomas y auto-concientes del Ser deben trabajar en la Auto-Realización Intima del Ser, sin embargo mientras no se hayan desintegrado todos los elementos indeseables que en nuestro interior cargamos, la auto-Realización Íntima de cada una de las partes del Ser, resulta imposible.
Dentro de sí, en forma latente, encontramos a Judas no aquel personaje que entrega al Cristo por las monedas de plata, es un Judas diferente, un Judas que entiende a fondo la cuestión del ego. Un Judas cuyo evangelio nos lleva a la disolución del mí mismo. En la edad media existió el grupo de los Iscariotes los cuales estudiaban en secreto el Evangelio del Maestro Judas. Debemos entender que existe Judas como uno de los tres traidores del Cristo, empero también hay el Judas como Iniciado, como Maestro que entrega su Evangelio y como parte de los 12 apóstoles es el Judas Intimo.
Judas Iscariote es el más destacado Maestro, el más exaltado adepto que anduvo con Jesús de Nazareth. nos enseña con claridad lo que es la destrucción del ego, la Doctrina de la desintegración de los defectos de tipo psicológicos, la aniquilación Budhista, eso es lo extraordinario, ese es el Evangelio de la verdad de este gran Maestro. Por esta razón se ahorcó para indicar que el ego debe decapitarse y luego convertirse en cenizas, como sucede con el mito de Perseo, cortando la cabeza a la medusa y entregándola a Atenea la Diosa protectora de los griegos, quien es una representación de la Madre Divina, es ella la que reduce a polvo el ego animal. Igual sucede con la decapitación de Juan Bautista, solicitada a Herodes por Salomé quien en este caso vienen a representar el homicidio y las pasiones humanas que tanto el hombre como la mujer cargamos en nuestro interior.
Judas no es como muchos piensan, un hombre que traicionó a su maestro, en realidad hizo un papel. El mismo Jesús de Nazareth se lo preparó y lo aprendió de memoria, lo ensayó varias veces para no contradecir en nada a las escrituras sagradas y lo representó a conciencia, públicamente. Cada uno de los 12 apóstoles debía representar un papel en escena, Judas no quería ejecutar el que le había sido asignado, sin embargo lo hizo porque así debía de ser. No ha recibido honores, sin embargo ha sido odiado, insultado y lo más asombroso es que ama a la humanidad, entregó su vida por todos nosotros sin distinción alguna, nos enseñó el camino de la disolución del ego y sin embargo no ha habido una palabra de alabanza, no ha habido justicia para él, nadie se conduele de él que cumplió con su Drama en la época de Jesús. Para poder comprender el Evangelio de Judas es necesario estudiar a Zacarías.
Su sacrificio no terminó con el Drama de Jesús el Cristo, renunció este gran maestro Judas a toda felicidad a todo reconocimiento, vive actualmente en los mundos infiernos trabajando por los perdidos, por los que no tienen remedio. Enhorabuena sale a la luz pública y para bien de la humanidad este testimonio de la Verdad del apóstol Judas. Es tiempo de conocer el verdadero significado de los tres factores de la Revolución de la Conciencia encerrados en el Drama Cósmico. Es tiempo de reflexionar sobre el verdadero y auténtico sacrificio por los demás que los grandes maestros a través del tiempo nos han enseñado con su vida y obra de diferentes maneras.
Enviado por Ma. Guadalupe Licea R. ICQ San Luis Potosí, S.L.P. México.
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