EL CODICE BORGIA Y EL DILUVIO UNIVERSAL. ATLANTIDA.
El Codice Borgia y el Diluvio
La sabiduría contenida en el códice Borgia ha sido parte de la milenaria enseñanza que los antiguos Mixtecas nos legaron y hoy forma parte del patrimonio de la humanidad.
El códice Borgia es un plegado a manera de biombo de piel de venado que consta de 78 páginas formando una sola tira de 10.3 m. su escritura es de tipo ideográfica, la cual, a través de símbolos y de la elocuencia del silencio, dicen mucho. Los temas principales que trata son religiosos y ritualísticos, así como de oráculos y liturgia, el original se encuentra en la Biblioteca Apostólica Vaticana.
La cultura mixteca se ubicó al occidente de Oaxaca, desde Achiutla hasta Yanhuitlán, con límites en las costas del Pacífico. El dominio mixteca de tilantongo llegaba hasta Acatlán, estado de Puebla y Tututepec, guerrero.
La leyenda acerca del origen de la cultura Mixteca, pueblo extraordinario que supo combinar la ciencia y la mística con el arte y la filosofía, dice lo siguiente:“Mucho antes de que el sol brillara, cuando la tierra estaba cubierta por las aguas, una pareja divina, el dios Culebra de león y la Diosa Culebra de Tigre, tuvieron dos hijos, se multiplicaron y fueron destruidos por un gran Diluvio por sus padres, y pocos se salvaron, sus descendientes son los Mixtecas”.
A la luz de la antropología gnóstica, ésta leyenda nos relata el inevitable acontecimiento del Diluvio, que dio fin a toda una raza de seres humanos que habitaron la tierra antes que nosotros y pertenecieron a los “Hijos del cuarto Sol”. ¡La Atlántida!, aquél vasto continente desaparecido bajo las embravecidas aguas del océano, que se tenía como un ensueño de poeta; una creación de la divina mente de Platón, y nada más, existió realmente.
La intuición de poeta es la visión del genio; el que la niega es porque no puede ver con su poder inmenso. Los sabios solo son grandes cuando llegan a ser poetas; cuando sobreponiéndose al detalle sienten las armonías que laten en el fondo de todo lo existente y que pueden arrebatarnos a esferas superiores.
¿Ves ese mar que abarca la tierra de polo a polo?_ le dice a Cristóbal Colón su maestro_. Un tiempo fue el jardín de las Hespérides. Aún arroja el Teide de reliquias suyas, rebramando tremebundo cual monstruo que veía en campo de matanza…
Existe en el códice Borgia la figura del Atlanteotl que carga sobre sus hombros el agua celeste exactamente como el Atlas Griego al que estamos acostumbrados a dar prioridad como símbolo.
De acuerdo a la antropología Gnóstica el Atlas Griego es copia fidedigna del heroico Atlanteotl Maya y azteca. Suprimida con delicado refinamiento intelectivo la desinencia OTL de aquel luciente nombre renglones arriba citado, resulta entonces la palabra ATLANTE.
ATLANTE-OTL, siendo esta palabra por sus raíces explicada (atl – agua), sólo nos resta decir con gran énfasis que esto no es solo cuestión de vanas etimologías empíricas, arbitrariamente seleccionadas, ni de meras coincidencias, como suponen siempre los ignorantes ilustrados.
En la página 12 del códice aparece Tlaloc, Dios de la lluvia, se encuentra un hacha de fuego cayendo sobre un templo, quemándolo, lo que indica el peligro de la tempestad destructiva con rayos, brota mucho agua, anuncia inundaciones destructivas, se ve además dentro del templo y en el agua unas vasijas, señales de ofrendas, pero la corriente de agua arrasa con todo.
En la página 65 aparece la esposa de Tlaloc y diosa del agua, Chalchitlicue, ella está entregando un haz de flechas invitando a la destrucción, de sus faldas brota un torrente de agua que arrasa con todo: una caja (símbolo de todas las pertenencias materiales), una mujer ( representación de la familia y su vida , así como la fecundidad), un collar y adorno de plumas (símbolo de las riquezas) y un hombre con flechas en su mano (indicando la actitud de violencia y degeneración humana).
Jesús el gran kabir dijo: “Más como en los días de Noé, así será la venida del hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró al Arca. Y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre”.
Y Mu, el sacerdote de Sais dijo: “Moriréis con vuestros esclavos y vuestras riquezas, y de vuestras cenizas se levantarán nuevas naciones, y si ellos se olvidan de ser mejores, no solo por lo que adquieren , sino por lo que dan, la misma suerte les tocará”
La Atlántida sumergida ahora en el mar de las tinieblas, vaho sombrío de leyendas de horror, de naufragios pavorosos y de viajes sin retorno…
¡Mar inmenso que en Gibraltar, mas allá de las columnas de Hércules, tiendes proceloso tu onda infinita de Misterios infranqueables para los navegantes…!
¡La leyenda trágica llena tu espacio con el poder colectivo de las generaciones que así te han contemplado, y el poeta escucha en la voz de tus olas inmensas el rumor de tus tragedias y el crujido de tus mundos sepultados…!
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