JESUS EL CRISTO

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Gnosis por Samael Aun Weor

sábado, 19 de febrero de 2011

EGIPTO

EGIPTO

Egipto


La Tierra de Osiris e Isis

No cabe la menor duda de que cada una de las piezas antropológicas encontradas en Egipto, la tierra de los faraones, dan testimonio de que esta gran civilización alcanzó un alto grado de desarrollo científico, artístico, filosófico y espiritual. Cada pirámide, bajo relieve, jeroglífico, monolito, tumba milenaria etc., Ofrece, en su profundidad simbólica, un sentido Gnóstico que definitivamente escapa a la interpretación literal.

Bajo ese ropaje simbólico se esconden grandes secretos que de forma trascendente arrojan luz a los controvertidos enigmas de la existencia. La sabiduría contenida en las diferentes piezas lleva un mensaje a la conciencia cuyo propósito fundamental es señalar a los hombres el camino que conduce a la liberación final.

El V. M. SAMAEL AUN WEOR, gran sabio, escritor, esoterista, filósofo y antropólogo gnóstico contemporáneo ha venido a desentrañar el gran enigma del origen y construcción de las pirámides.

Afirma de acuerdo a sus investigaciones que las pirámides fueron construidas directamente por los atlantes una civilización anterior a la nuestra denominada raza atlante y cuyos vestigios se han encontrado en el fondo del mar atlántico.

Considera que la pirámide de Keops, conocida generalmente como la Gran Pirámide, data de unos 27,000 años y las otras tienen, poco más o menos, edades similares.

Los colosales bloques de piedra con los cuales se construyeron, fueron elaborados en el mismo lugar de su construcción a través de una fórmula vegetal con la cual se podían amasar los elementos de las piedras como granito, feldespato, mica, etc.

Las dimensiones y geometría de la “Gran Pirámide” encierran un gran conocimiento, además de que también son proféticas.

La base cuadrada simboliza al mundo material y las 4 caras triangulares, nos recuerdan al triángulo que viene a simbolizar a la trimurti cristiana Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Estas tres fuerzas primarias de la naturaleza y del cosmos deben ser encarnadas por cada criatura humana para que así pueda lograr el religare, es decir fusionarse con la divinidad.

Todas las religiones confesionales aguardan el juicio final para nuestra actual raza humana pues se sabe que anteriormente ya una raza fue destruida por un diluvio universal.

De acuerdo a la cronología y geometría de la gran pirámide de Egipto el juicio final de las naciones del mundo ocurrió ya entre los años de 1946 y 1953.

De acuerdo a la profecía nuestra época actual tiene que pasar por tres periodos: Preocupación, Caos y Muerte.

Desde la primera guerra mundial esta profecía se ha venido cumpliendo en forma dramática, en estos tiempos nos encontramos en bancarrota de todos los principios morales, hay preocupación, caos, cada día aumentan alarmantemente los crímenes, secuestros, robos, prostitución, problemas de contaminación, económicos, nuevas enfermedades han aparecido y por doquiera existe guerras y rumores de guerras.

Los sabios egipci
os en su libro de los muertos conocido como “Libro de la Morada Oculta” Hablan de la vida después de la muerte, es claro que se refieren a la vida eterna que se alcanza después de la muerte. Cuando hacen alusión a la muerte no solamente se refieren a la muerte física sino también a la muerte psicológica, es decir a la muerte de Seth y sus demonios rojos que es otra representación de los diferentes Egos y que en nuestro interior cargamos ya sea (Ira, lujuria, codicia, envidia, orgullo, pereza y gula).



Es muy común encontrar en los bajo relieves egipcios a ANUBIS, representado con cuerpo de hombre y cabeza de chacal o lobo emplumado, símbolo de la justicia divina, de la suprema piedad y de la suprema impiedad de la ley. ANUBIS es auxiliado por 42 jueces asesores y es el encargado de premiar y castigar a los hombres y pueblos de acuerdo a sus obras.

Nadie puede escapar a esta santa ley ya que cada uno de nos carga en su interior a su Kaom o policía interior, encargado de anotar en cada momento nuestras malas y buenas acciones.

La colosal esfinge de 20 mts. de altura, 14 mts. de ancho y de 57 mts. de largo nos habla de los 4 elementos de la naturaleza: tierra, agua, aire y fuego.

La esfinge representa a la Bendita Madre Naturaleza y ella esta contenida toda la sabiduría. Representa y esconde los misterios del trabajo interno que se tiene que realizar para alcanzar la auto-realización íntima del Ser.

En los tiempos antiguos siempre se le rindió culto a la mujer y se le edificaron templos para adorarla. Entre los egipcios nunca podía faltar ISIS, la madre divina individual, ISIS entre los EGIPCIOS viene a simbolizar al fuego sagrado del amor capaz de eliminar cualquier defecto previamente comprendido en los 49 niveles del subconsciente. Y sin la cual seria imposible la eliminación de cualquier defecto de tipo psicológico.

A través de las diferentes piezas antropológicas, la civilización egipcia heredó a la humanidad un gran conocimiento, cuando en nuestra vida se estudia de manera práctica y conciente, es capaz de conducirnos a experimentar la autentica felicidad.
Enviado por: Pedro Rojas Luna. La Paz, B.C.S. México.
Cuando todo el mundo reconoce lo bello como bello, esto en sí mismo es fealdad. Cuando todo el mundo reconoce lo bueno como bueno, esto en sí mismo es malo. Ciertamente, lo oculto y lo manifiesto se generan el uno al otro.

Dificultad y facilidad se complementan entre sí. Lo largo y lo corto ponen de manifiesto a su contrario. Alto y bajo establecen la medida mutua. La voz y el sonido entre sí se armonizan. El atrás y el delante se suceden mutuamente. Por ello, el Sabio maneja sus asuntos sin actuar, y difunde sus enseñanzas sin hablar. No niega nada a las innumerables cosas. Las construye sin atribuirse nada. Hace su trabajo sin acumular nada por él. Cumple su tarea sin vanagloriarse de ella, y, precisamente por no vanagloriarse, nadie se la puede quitar Tao Te King




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