JESUS EL CRISTO

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Gnosis por Samael Aun Weor

miércoles, 9 de febrero de 2011

HAGASE TU VOLUNTAD ASI EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO


DR. MAURICE NICOLL
ENSEÑANZAS DEL CUARTO CAMINO

LA VIRGEN MARIA



 HAGASE TU VOLUNTAD, ASI EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO.

Se nos indica que al rezar el 'Padre Nuestro' digamos: "Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo".

γενηθητω το θελημα σου, ώς έν ούρανω, και έπι γης.

En un sentido psicológico, 'tierra' significa aquella parte del hombre creada por los sentidos.

Psicológicamente, esa es la 'tierra' que llevamos dentro.

El hombre vive bajo el gobierno de lo que con los ojos ve.

La 'voluntad del cielo' no se hace en esta 'tierra', que es el hombre mismo.

Ha de aprender a entender separado de los sentidos.

En todo cuanto sigue ha de tenerse presente una cosa: la relación del Hombre con la enseñanza esotérica que se ha sembrado en la humanidad desde un nivel superior.

Las categorías de hombres que se describen en las páginas siguientes son categorías de hombres en su relación con ideas esotéricas:

los que las pueden entender, los que las entienden erradamente y aquellos otros que efectivamente las entienden del todo y las siguen.

El hombre fue creado como un organismo capaz de evolución propia, como una semilla que puede crecer hacia arriba en la escala vertical del ser.

Y toda enseñanza esotérica proviene de aquel nivel superior que crea al hombre; esto es, una enseñanza eterna acerca del Hombre y su posible evolución interna, y también los medios con que puede alcanzar este objetivo.

Cuando una persona lo toma todo literal o materialmente, significa que está usando un nivel inferior de pensamiento, el más bajo o externo.

En este nivel el mundo exterior va a su encuentro por medio de los sentidos, y su pensamiento está situado ahí.

Sus ojos contemplan la luz física del sol y su mente se forma ideas a base de los objetos, a base de lo que ve, oye y palpa a su alrededor.

Estas ideas derivan de los objetos visibles y tangibles.

Piensa partiendo de este orden de ideas; pues nadie piensa ni puede pensar si no es partiendo de las ideas que tenga.

De modo que Id corriente es que todas las ideas de una persona se apoyen en las cosas del mundo, o sea en los objetos que le revelan los sentidos.

Y esto es lo que moldea su mente.

Esa es la mente literal.

Dicho nivel de la mente no puede alejarse de las cosas.

Sólo las cosas y las ideas derivadas de ellas le son reales.

Si se le priva de las ideas que derivan del mundo de las cosas, su pensamiento quedará destruido.

Y si a este nivel se le presenta la idea — digamos— de que el tiempo es una dimensión en la que se extienden el pasado y el futuro, no podrá tener nada con ella, porque no puede pensar sino sobre la base de lo que ve.

Este nivel inferior de la mente, que piensa de una manera natural, a base de lo aparente, es el que primero se forma en nosotros.

Y es de la mayor importancia, pues nos relaciona con la vida exterior.

Pero ha menester que este nivel se utilice tan sólo para lo que fue creado.

No se puede utilizarle para tratar ideas que no derivan de lo aparente.

La mente tiene otros niveles que no se abren por los sentidos externos, y a estos niveles pertenecen otras ideas y modos de pensamiento.

Tomemos el ejemplo más sencillo posible de lo que significa pensar sobre la base de los sentidos, de una manera natural, literal, y sólo desde lo aparente. Y también tomemos un ejemplo sencillo de lo que significa pensar desde un nivel ligeramente superior.

En apariencia, o sea según nos lo informan los sentidos, el sol nace en oriente y desaparece en poniente.

Un hombre de pensamiento natural jurará que esto es así.

Pero si piensa desde un nivel ligeramente superior, y contra lo aparente, verá que esto no es verdad.

Es la tierra la que gira y le hace parecer que el sol sale y se pone.

Pero nadie puede ver la rotación de la tierra.

Vemos, más bien, que parece que el cielo rotase, y es solamente natural que pensemos que da una vuelta en torno a la tierra cada 24 horas.

Esta es una manera natural o mecánica de pensar.

Se apoya en el hecho que los sentidos le muestran, se apoya en una apariencia.

Corresponde a la mente literal que piensa únicamente en términos de cosas y las ideas que derivan de ellas.

Es muy importante que el hombre aprenda a distinguir entre diferentes categorías de ideas.

Tarde o temprano tiene que saber lo que significa "pensar en categorías diferentes" (Ouspensky: UN NUEVO MODELO DEL UNIVERSO).

De otro modo no podrá desarrollarse internamente.

Si no entiende que las ideas corresponden a diferentes categorías, comenzará a mezclar valores de diversos grados; chocarán entre sí, y le parecerán contradictorios.

Hay distintas clases de ideas.

Las ideas son de distintos niveles.

La misma idea de niveles indica que cada cosa es diferente, que no se puede mezclarlas y hay que mantenerlas distintas las unas de las otras.

Todas las ideas esotéricas yacen a un nivel que está por encima de la mente de pensamiento natural, del pensamiento que se apoya sólo en las apariencias.

Es imposible entender estas ideas al nivel más mecánico y literal de la mente.

Sin embargo, y hasta cierto punto, deben primero caer sobre este nivel, pues nadie puede pensar de una manera diferente, a menos que empiece por lo que ya sabe y comprende.

Con relación a la enseñanza esotérica existen muchos problemas.

Las ideas esotéricas yacen mucho más allá de las naturales.

Sin embargo, es preciso tender un puente que las conecte.

Este es uno de los problemas que encara el esoterismo:

hallar los medios para transmitir ideas de una categoría superior, ideas que pertenecen a un nivel superior de la mente, a aquellas personas de pensamiento natural, literal, que se apoyan en los sentidos y en la apariencia de las cosas.

En los Evangelios se tendió este puente por medio de las parábolas.



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