LA BIBLIA El libro sagrado de los gnósticos es la Santa Biblia, en ella se encuentran en símbolos y parábolas, las claves para entrar al Reino de los Cielos. La Biblia es la expresión de Dios a través de sus Apóstoles y Profetas. Ella contiene todos los lineamientos del universo, desde el amanecer de la vida hasta la consumación de los siglos, cuando todo vuelva al absoluto. La Biblia no es para entenderla con el razonamiento humano, pues así la tergiversamos, nos la aprendemos de memoria, la repetimos como loros y terminamos convertidos en Doctores de la Ley, contra los cuales nos previene el Cristo. La Biblia es la misma GNOSIS pero velada por el símbolo y la parábola. El Maestro Samael descorre el velo del misterio y devela para bien de la humanidad, las enseñanzas contenidas en las Sagradas Escrituras. La GNOSIS está señalada en el Apocalipsis cuando nos dice: "Cuando el evangelio del reino sea difundido sobre toda la faz de la tierra, es porque los tiempos del fin han llegado". La GNOSIS es una sabiduría oculta. Es para personas que a través de sus vidas anteriores en el peregrinaje de sus existencias, hayan logrado una madurez espiritual. Como sabiduría oculta nos la muestra San Pablo en 1ª de Corintios 2, 6-9: "Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo que perecen. Más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al señor de gloria. Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó. Ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman". 1ª de Corintios 2, 14: "Pero el hombre natural no recibe las cosas que son del espíritu de Dios, porque para él son locura y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente". Las enseñanzas de la Biblia y el Templo de la Sabiduría en cada uno de nosotros hay que levantarlos sobre la "roca viva", sobre esa "roca" que rechazaron los Edificadores del Templo, o sea, las gentes de las diferentes religiones. San Pablo de Tarso nos enseña en Gálatas 3, 16: "Ahora bien, a Abraham fueran hechas las promesas y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno y a tu simiente, la cual es Cristo". La simiente es la semilla, es el mismo sexo sagrado y esa energía sexual convertida en Roca Viva nos suministra la bebida espiritual o alimento necesario para nuestra auto-realización. Esta bebida espiritual la encontramos en 1ª de Corintios 10, 4: "Y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía y la roca era Cristo". El principio de la sabiduría es el mismo sexo, por esto la Biblia comienza con el Génesis. La palabra Génesis deviene de "genes", que son el principio sexual de la existencia. Todo nace por el sexo, la carne nace por el sexo cuando fornicamos o derramamos nuestras energías y el espíritu o nacimiento segundo, también nace por el sexo, cuando transmutamos las energías. En Génesis 1, 26-27: "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre, a su imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó". Es decir, en el principio fuimos creados como ángeles a imagen y semejanza de Dios, con ambos principios sexuales: masculino y femenino, polarizados en cada uno. En Génesis 1, 28: "Y los bendijo Dios y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra". Aquí todavía no se ha dado la separación de los sexos, se refiere a un crecimiento y a una multiplicación espiritual. En Génesis 2, 15: "Tomó pues Jehová Dios, al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase". El Edén es el mismo sexo y Jehová colocó al hombre allí para que lo labrara, aquí nos habla de piedra. Y Para que lo guardase, o sea, para que no derramara las energías sexuales. Génesis 2, 17: "Más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que comieras ciertamente morirás". No comer del fruto prohibido es no perder la energía sexual. Posteriormente vino la separación de los sexos en Génesis 2, 21-22: "Entonces, Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre". Luego la serpiente tentadora del Edén tentó a Eva y le dijo que comiera del fruto prohibido. Eva cayó en la tentación, le gustó la manzana (el sexo prohibido o fornicación) y con Adán cometió el pecado original, esto es, por primera vez el hombre perdió su energía sexual. Jehová Dios los expulsó del paraíso diciendo a Adán: "Ganarás el pan con el sudor de tu frente". Y a Eva: "Parirás tus hijos con dolor y el hombre se enseñoreará sobre ti". Hasta ese momento no había dolor en el parto, pues no había fornicación (derrame de semen). Si por el sexo fue la caída, por fornicación; por el sexo es la entrada, pero por transmutación, o sea el sexo sabio y consciente que predica la GNOSIS. El sexo como principio de la sabiduría y como puerta de entrada al Reino de los Cielos (la puerta estrecha que nos dice el Cristo y que muy pocos la hallan) es la base del nacimiento segundo o espiritual, por esto Moisés en Deuteronomio 23, 1 dice: "No entrará en la congregación de Jehová el que tenga magullado los testículos o amputado su miembro viril".
Para terminar esta sección, el CRISTO invita a la humanidad: "Quien quiera seguir en pos de mí, déjelo todo, coja su cruz y sígame". Dejarlo todo es eliminar los defectos. Coger la cruz y seguirlo, es practicar, vivir y divulgar estas santas enseñanzas gnósticas, que son las mismas del Cristo, sobre toda la faz de la tierra. En la Gnosis somos prácticos: no queremos teorías, vamos al grano, vamos a los hechos. Nosotros hablamos del más allá, pero enseñamos a la gente a visitar el más allá en cuerpo astral y hasta en carne y hueso, para que puedan oír y palpar a los ángeles; a los arcángeles, a los serafines, a los querubines, a las potestades, etc. Nuestro libro sagrado es la Biblia, pero nosotros queremos que todo el mundo pueda ver, oír, tocar y palpar todas las cosas de que habla la Biblia. La Sagrada Biblia nos habla de milagros y prodigios y todos los Maestros de la Logia Blanca, hacen todos estos mismos milagros y prodigios. Nosotros vamos con el cristianismo primitivo. Nosotros vamos con el cristianismo que predicó San Pablo. Ya llegó la hora de que la humanidad vea las cosas del mundo invisible. Nos gusta probar todo con hechos. Vamos al grano, a la realidad. SABIDURIA GNOSTICA |
JESUS EL CRISTO
jueves, 10 de marzo de 2011
LA BIBLIA
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