WALKIRIA
Walkiria En los mundos superiores de conciencia cósmica, pueden los Iniciados, evidenciar el hecho concreto de que Atman siempre envía a Eros, o Buddhi, o la Walkiria (como diríamos en el lenguaje clásico de Wagner), a realizar determinados trabajos.
De manera que Fohat, o Buddhi, es mensajero de Atman.
Uno realmente se llena de éxtasis al contemplar lo que es la realidad de Eros; uno se admira de las Walkirias de los Mahatmas, trabajando en los mundos superiores de conciencia cósmica, llevando mensajes en todos los rincones del universo, ¡inefables damas, de indescriptible belleza!
Las Walkirias trabajan en los templos, las Walkirias entregan mensajes, las Walkirias ayudan a los Mahatmas.
Ellas son el Fohat mensajero, el Eros extraordinario que palpita en cada uno de nosotros.
¿Qué sería de nosotros sin Eros?
¿Podríamos acaso realizar la Gran Obra del Padre?
Nosotros necesitamos de Eros para poder desintegrar los agregados psíquicos inhumanos que en nuestro interior cargamos.
El Íntimo tiene, repito, dos Almas: la Espiritual, que es femenina, la Humana, que es masculina.
La Espiritual es la Walkiria, es Ginebra, la Reina de los Jinas, aquella que a Lanzarote escanciara el vino, entre las copas delicias de Sukra y de Manti.
La Humana sufre, llora, es masculina; a través de ella vibra el Crestos Cósmico, "la poderosa mediación Astral que enlaza nuestra personalidad física con la inmanencia suprema del Padre Solar".
De manera que el Alma Espiritual, para unos se polariza en forma masculina (para las mujeres); para nosotros los varones, toma la forma de la Walkiria.
La Walkiria deliciosa, exige siempre de su adorable caballero, todo género de inauditos prodigios de valor y sacrificio.
Entre el fuego abrasador del universo, ciertamente no existen excepciones: hasta las damas-adeptos deben pelear en muchas batallas, cual épicas amazonas, cuando anhelan de verdad desposarse con el bienamado (el Buddhi).
En el buddhi está nuestra alma-espíritu, la Walkiria, la Reina de los jinas, Ginebra, aquélla que a Lanzarote escanciara el vino, entre las copas deliciosas de Sukra y de Manti.
II En el Buddhi, en el Eros, en la Walkiria, la doncella, la bella Helena de Troya, está contenido Atman el inefable; pero al fin y al cabo, Atman-Buddhi como Mónada, son radicales.
Habrá que laborar con el Buddhi, el Cuerpo Búdhico o Intuicional, tan cantado por muchos autores.
Y se le denomina la Walkiria, la Bella Sulamita, la Esposa de Salomón Rey, la bella Elena de Troya, etc.
Convertir aquel vehículo en un vehículo de oro no es tan fácil.
Para poder lograrlo hay que eliminar todos aquellos átomos que fueron, dijéramos, deformados por nuestros errores.
WALKIRIAS (VALQUIRIAS) En la mitología escandinava, vírgenes guerreras que cabalgando por los aires, daban cumplimiento a las órdenes de Odin, de quien eran mensajeras.
Tomaban y libraban cautivos, ocasionaban el triunfo o la derrota y llevaban las almas de los héroes sucumbirlos en combate hasta Asgard donde se encontraba el Waldhalla, sirviéndoles allí de escanciadoras.
El número de Walkirias variaba de tres a nueve y parece que pertenecían al linaje de los Wanen, aunque no todas tenían origen divino, Briinhild y Sigrun, por ejemplo, eran hijas de reyes que Odin elevó hasta él.
Sobre este tema Wagner compuso su famoso drama musical (1870).
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